viernes, 20 de junio de 2008

UN MES DE LA OCUPACIÓN DE TIERRAS EN KIYU


Por Héctor Vicente


Extranjerización de mas tierra y desamparo a pequeños productores nacionales

Esto no es lo que esperábamos de este gobierno
“Dicen y argumentan miles de cosas, pero concretamente no resuelven los problemas que tiene la gente en el campo”* “Le dan una limosna a la gente con los planes de emergencia pero ¿porque no le enseñan a trabajar a la gente y la apoyan así no tienen que gastar en milicos, en cuarteles, en balas”* “Acá tenemos 80 hectáreas y podemos empezar a trabajar 28 hectáreas*







Mientras en el país continua el proceso de extranjerizacion de la tierra, miles de aspirantes a colonos siguen esperando que el organismo estatal creado para atender sus reclamos les entregue un pedazo de tierra donde afincarse y producir.
Promover una racional subdivisión de la tierra y su adecuada explotación, procurando el aumento y la mejora de la producción agropecuaria y la radicación y bienestar del trabajador rural, fueron desde el momento de su creación en 1948 objetivos del Instituto Nacional de Colonización.
La actual realidad nacional en este aspecto dista bastante del cumplimiento de estos enunciados.
A pocos kilómetros de la capital del país, y ante las infructuosas gestiones realizadas en distintas reparticiones estatales, un grupo de aspirantes a colonos de Libertad, en el Departamento de San José, decidieron ocupar tierras que durante años permanecieron improductivas.
La tierra para el que la trabaje, resuena como una clarinada una de las ideas centrales del ideario antigüista. Enarbolada bien alta, la bandera de la franja roja atravesada sobre dos campos azules y uno blanco, señala el campamento. Dos tractores junto a una precaria construcción de nailon y el ladrido de una perra propiedad de uno de los ocupantes, señala que se ha llegado a la ocupación en la zona de Libertad.
El domingo se había presentado soleado, con un cielo despejado, y la temperatura acompañaba para estar al aire libre, por lo menos hasta la puesta del sol.
En el campamento Arrieta y Trujillo, reciben al enviado de CX 36 y diario La Juventud, para actualizar la información sobre la medida que llevan adelante hace ya un mes; hablar de algunas dificultades e incomprensiones de algunos vecinos y de la necesidad de construir un galpón para preservar las herramientas de trabajo y la maquinaria agrícola.
Ambos trabajadores demuestran su firmeza en defender su iniciativa y el convencimiento de que el gobierno debe atender los reclamos de las familias que aspiran y desean trabajar y vivir en el campo.
Los dos tienen historias personales diferentes, pero ambos aman la tierra y confían en sus conocimientos y energías para llevar adelante su proyecto de poder vivir de su trabajo.
Todos los integrantes del grupo de colonos que ocupan el predio de unas 80 hectáreas, son pequeños productores y asalariados rurales. El grupo, formado a finales de los años 60, toma nuevas fuerzas durante la apertura democrática pero luego se comienza a desactivar ante la falta de respuestas del Instituto Nacional de Colonización. Con el cambio de gobierno en el 2005 vuelve a tomar fuerzas y se crean nuevas expectativas.
Apostábamos a lo que se decía en la campaña política, y los viejos postulados de la izquierda en materia de tierras. Pero fue pasando el tiempo y las respuestas no llegaron.
El Instituto de Colonización había informado que el mismo campo que hoy se ocupa pasaría al Instituto en el mes de diciembre. Fuimos al Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, a Colonización, al Ministerio de Economía, al Banco Central, y a la oficina que atiende el caso de los bancos fundidos. El predio ocupado estaba administrado por el Bando de Crédito.
Nosotros presentamos el proyecto el que fue bien recibido y se comprometieron a darnos una respuesta en el mes de abril, señalan los trabajadores rurales. Llamamos en abril y no tenían respuesta, y ahí decidimos entre algunos integrantes del grupo venir a plantar. Ante algunas resistencias de algunos vecinos de la zona que argumentaban que tenían cierto poder, decidimos ocupar, señalan. La ocupación se concreta el 12 de mayo.
Arrieta nació y se crió en Montevideo. Trabajo en varias empresas contaminantes, contaminantes de su organismo y del medio ambiente y dijo eso no es para mí. Tuvo un pequeño criadero de cerdos, posteriormente llega a un campo abandonado por un colono y luego de varias gestiones, le arriendan un campo que no era lo que se había pactado.
Cuando le preguntamos a Arrieta él porque la tierra, él responde: ¿por qué no la tierra?. Prefiero depender de mí mismo, del clima, que depender de un patrón o de una empresa que depender de miles de cosas que ya me han asqueado, señala.
Trujillo es asalariado rural, y desde hace 14 años es militante sindical en el sector. Siempre reclamando un pedazo de tierra para trabajar. Yo aprendí a trabajar el campo siendo explotado por los patrones, y quiero trabajar para producir pero no quiero ser explotado, y además lo quiero hacer para demostrar que los asalariados rurales también podemos poner a producir un pedazo de tierra.
Los asalariados rurales y los pequeños productores rurales apoyaron este gobierno pero la situación no ha cambiado dicen los entrevistados.
El grupo de colonos de Libertad había presentado un proyecto a Colonización, para la explotación de un predio de la Colonia Etchepare. El predio fue entregado al Ejercito para la cría de caballos.
Los ocupantes ya han comenzado a preparar la tierra para plantar un poco de trigo, hacer horticultura y criar alguna vaca.
La más urgente es la construcción de un galpón para guardar las herramientas y dos tractores que fueron prestados por los vecinos, al tiempo de poder soportar en mejores condiciones las inclemencias del tiempo. Las donaciones de materiales de construcción se puede hacer al 095162948 o al 098989627.



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