jueves, 18 de septiembre de 2008

El sistema financiero imperial se viene abajo

Parecía inconmovible: Los (generalmente idiotizados) analistas rentados del sistema lo bautizaron "Globalización". Se trataba, en la realidad, de un vulgar macro-robo capitalista de "fronteras abiertas" posibilitado por la tecnología informática y el control de gobiernos y países a escala planetaria. En la década del 90, en el mundo periférico, y con la doctrina del "Consenso de Washington" fueron destruidos sistemáticamente los Estados nacionales y sus legislaciones protectoras en nombre del "libre mercado" y la "apertura económica". Y -de la mano de las transferencias computarizadas- nació la era del "capitalismo sin fronteras" desde la matriz del sistema financiero imperial con asiento en Wall Street. El sionismo empresario transnacional (cobijado bajo el paraguas militar-nuclear del Imperio "unipolar"), convirtió a los países periféricos en "economías de enclave" y comenzó a transferir enormes recursos financieros (producto de la depredación económica) a los países centrales. Estos recursos, finalmente, fueron utilizados para una segunda fase complementaria de explotación y rentabilidad capitalista en alta escala: La especulación financiera. Y, como no podía ser de otra manera, en la década del 90, en la catedral imperial de Wall Street nació la "burbuja financiera", o el reinado de la "economía de papel". Se trató (y se trata todavía) de la máxima abstracción de la rentabilidad capitalista: La reproducción del dinero por el dinero mismo, fijando reglas y dinámicas propias por encima del sistema productivo real. En un salto cualitativo transformacional inédito, el sistema capitalista, dueño de los Estados (centrales y dependientes) y de sus sistemas económicos productivos, consumó lo que parecía imposible: La creación de una "economía de papel" sin respaldo real. Hoy la "burbuja financiera" está bailando en el Titanic. Por falta de "efectivo" en ventanilla, finalmente hizo crash, chocó contra la realidad, y comenzó a hundirse a la hora señalada ante la impotencia manifiesta de sus creadores y sostenedores: Los Estados centrales del sistema capitalista. Bienvenidos a bordo.

Por Manuel Freytas


La "burbuja financiera" del capitalismo especulador sin fronteras, la reproducción del dinero por dinero el mismo, se está desinflando y se desmorona sobre las mismas lacras que inventó.

Pérdida de confianza: Esa es la clave detonante de la fuga en masa del dinero de las plazas financieras internacionales.

Y esa pérdida de confianza por parte del "inversor" (particulares y bancos especuladores) va invariablemente asociada a la pérdida del control de los Estados imperiales sobre los sistemas financieros centrales.

La filosofía especuladora del "apalancamiento" (una economía virtual montada sobre el crédito y el endeudamiento) estalló cuando la "falta de confianza" de los tenedores de bonos y acciones (el dinero de papel) los llevó a "efectivizarlos" en dinero real.

Allí se destapó la mentira y la falta de respaldo de centenares de billones de dólares transferidos por asentamientos financieros y papeles que, cuando los tenedores quisieron convertirlos en dinero contante y sonante se encontraron con la sorpresa de que el efectivo no estaba donde debería estar: Los bancos.

Hay expertos que sostienen que un equivalente billonario a más de un PBI de EEUU y Europa juntos circula en papeles sin respaldo de la "burbuja financiera" que se generó en Wall Street en la década del noventa desparramando ganancia especulativa a escala planetaria.

Las "súper-fortunas" personales, los "súper-activos empresariales" se nutrieron de este macro-robo monumental del capitalismo financiero especulador que inventó una economía paralela: La economía de papel.

Esa economía es la que hoy está estallando junto con los macrobancos y macroempresas que lideraron el desfalco capitalista y que hoy se encuentran con sus bóvedas sobrecargadas de papeles sin valor: La chatarra de la "burbuja financiera".

En un ciclo de reproducción perversa del "dinero por el dinero mismo" (transferencias informatizadas a escala global) la dinámica de los grupos financieros súper-concentrados revela el predominio del capital especulativo (dinero sin fronteras) sobre el productivo, como dato más sobresaliente y distintivo de la llamada "globalización" del sistema capitalista en decadencia.

Como se sabe, y lo destacan una multitud de expertos, EEUU, la locomotora del sistema capitalista "globalizado", ha sustituido a la "economía real" por la "economía bancaria", o sea, ha sustituido a la "economía de los recursos genuinos" (respaldados por la producción) por la "economía de los papeles" (acciones de deuda sin respaldo) circulando por los mercados financieros globales.

Durante el proceso del "boom inmobiliario" en EEUU que devino en la "burbuja hipotecaria" a escala global, la Reserva Federal mantuvo las tasas bajas, las calificadoras otorgaron "credibilidad" y "seguridad rentable" a los bonos, y la prensa financiera (a través de los analistas de mercado) publicitó la ola inversora de la "burbuja hipotecaria" a escala global.

Todo estaba de "buena onda" y la acumulación capitalista funcionaba de maravillas con la "burbuja" y el festival de bonos y acciones del negocio inmobiliario de EEUU "globalizado" por medio de los grandes bancos y fondos de inversión.

De pronto llegó la "crisis", y desde septiembre del año pasado, la Reserva Federal y las "autoridades monetarias" del capitalismo cambiaron de la "buena" a la "mala onda": Comenzaron a subir las tasas e inyectar dinero en el mercado para "salvar al sistema" mientras vaticinaban (y siguen vaticinando) sombríos pronósticos para EEUU y la economía mundial.




En resumen, y como resultante del proceso, los tenedores de los bonos subprime "desvalorizados" comenzaron a venderlos en masa generando un colapso generalizado (de todos los índices y acciones) de los mercados financieros en EEUU, Europa, Asia y América Latina.

Los gigantes bancarios e hipotecarios comenzaron a derrumbarse arrastrando consigo a todo el sistema financiero imperial.

Y se llegó al "lunes negro" de esta semana donde la quiebra del gigante Lehman Brothers marcó el principio de un salto cualitativo: La crisis hipotecaria devino finalmente en crisis del crédito caracterizada por una iliquidez pronunciada y creciente del sistema financiero.

Este jueves, los bancos centrales de EEUU, la Unión Europea, Suiza, Canadá, Japón y Reino Unido se han visto nuevamente obligados a reaccionar ante el derrumbe bancario y hundimiento generalizado de las bolsas a ejecutar una nueva macro-operación rescate del sistema financiero afectado por un mal que parece incurable: La iliquidez, convertida en el principal retroalimentador de la crisis.

En un escenario marcado por el derrumbe bursátil y las quiebras de los gigantes bancarios del Imperio las autoridades monetarias de EEUU y Europa informaron el jueves que van a seguir "auxiliando" a los bancos para evitar que las turbulencias financieras contaminen la economía real.

Paradojalmente, EEUU y la Unión Europea, exportadores universales de las doctrinas de "libre mercado" y "libre comercio" tienen que acudir a la regulación y al salvataje estatal de las entidades suprafinancieras para salvarlas de la quiebra y recobrar la "gobernabilidad del sistema".

El BCE y el Banco de Inglaterra anunciaron que ofrecerán cada uno hasta 40.000 millones de dólares (unos 28.117 millones de euros) en liquidez a un día. La Fed dijo que autorizaría un aumento de 180.000 millones de dólares en swaps en divisas, al tiempo que el Banco de Japón anunció unas operaciones en dólares como parte del esfuerzo para hacer frente a una escasez de liquidez en la moneda estadounidense.

"Estas medidas, unidas a las tomadas en los últimos días de manera individual por los bancos centrales, están diseñadas para mejorar las condiciones de liquidez en los mercados financieros mundiales", dicen un comunicado de esas instituciones.

La acción concertada se produce por el temor a nuevas quiebras en Wall Street después de una semana en la que Lehman Brothers solicitó protección contra la bancarrota y Merrill Lynch perdió su independencia.

El miércoles nuevamente se derrumbaron las bolsas europeas y asiáticas, el Dow Jones cayó 4.06% y el Nasdaq 4,94 en Wall Street.

En una muestra de la "incertidumbre global", el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU a corto plazo se hundió el miércoles acercándose bruscamente a cero, niveles nunca alcanzados.

Esta caída del rendimiento se explica por la corrida de los inversores hacia títulos considerados como los más "seguros posibles", en un contexto de crisis generalizada de confianza y dudas sobre la solidez de las instituciones financieras.

A un año del estallido de la crisis subprime en EEUU, el mercado interbancario está "seco", las entidades financieras -según los especialistas- padecen una "crisis de confianza" y no se prestan dinero a sí mismas generando inestabilidad en la economía global.

El miércoles, la furia "vendedora" y el pesimismo impactaron nuevamente en las acciones de los bancos de inversión Morgan Stanley y y Goldman Sachs bajaron un 24,22 por ciento y un 13,92%, respectivamente.

Estos dos gigantes de Wall Street quedan maltrechos luego de la eliminación de sus rivales: Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch.

La crisis bancaria (como efecto de las "subprime") proyectada de EEUU a Europa tiene como protagonistas centrales a los líderes hegemónicos de la especulación financiera a escala global: Bear Stearns (quebrado y absorbido), Lehman Brothers (quebrado) , Merrill Lynch (absorbido), Goldman Sachs (en lista de espera) , Citigroup (en lista de espera) y J.P. Morgan (en lista de espera).

Son los símbolos quebrados de la "burbuja financiera", la economía de papel del mundo "globalizado", que esta semana comenzó a escribir la palabra "crash" en el almanaque.

******





TerminoSur
Icono de canal



0 comentarios:

Publicar un comentario

No ponga reclame, será borrado