sábado, 17 de abril de 2010

El pasado que no pasa

“El reverendo Martín Niemöller, que había dado la bienvenida a los nazis cuando ocuparon el poder en 1933, fue arrestado el 1 de julio de 1937, puesto en libertad el 2 de marzo de 1938 por un tribunal especial, siendo en el acto detenido por la GESTAPO y confinado en el campo de concentración de Dachau. De allí fue liberado en 1945.



Al terminar la guerra, por las fuerzas aliadas dijo lo siguiente:



“Cuando ejercía mis funciones religiosas veía que los nazis se llevaban presos a comunistas y a socialistas, pero no siendo yo comunista ni socialista, nada tenía que decir; después vi que llevaron a los sindicalistas y adopté la misma actitud; más tarde empezó la razzia contra los judíos, pero yo no era judío; después le tocó el turno a los católicos y también opiné puesto que yo no era católico. Cuando vinieron a buscarme a mí ya no había quien pudiera protestar”.

Martín Niemölle

En esta semana se produjo un hecho, que tuvo poco conocimiento público. La amenaza de muerte a la luchadora social; Irma Leites.

¿Quien es Irma Leites?

Irma, perteneció al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN- T) en la década del 70, y detenida por esa razón. Permaneció 8 años presa, en el Penal de Punta de Rieles, siendo luego deportada.

Recuerdo cuando nos encontramos en el año 1973, en el cuartel de infantería, del Kilómetro 14, lugar previo al penal de mujeres.

Allí llegábamos destrozadas luego de recibir las brutales torturas.

Teníamos entre 18 y 20 años. Nos habíamos comprometidos, como muchos jóvenes contra la lucha antidictatorial del entonces, soñando por la Liberación y el Socialismo.

También a ese lugar, traían a otras que por ser sospechosas recibían igual trato.

Más tarde, pasados los casi 12 años de Terrorismo de Estado implantados en Uruguay y el Cono Sur, pudo regresar al país.

Su compromiso con los compañeros que habían sido asesinados y desaparecidos, la llevó a crear junto a otras/os la organización Plenaria Memoria y Justicia.

Esta organización tiene en sus características la de señalar a los genocidas que -han y siguen- gozando de impunidad en nuestro país, y a su vez rescatar la memoria de los luchadores asesinados y desaparecidos.

Dentro de la izquierda, esta forma o herramienta usada no ha sido del todo bien vista, teniendo casi siempre un estigma sobre sus cabezas.

Sin embargo si nos remontamos al pasado, a las viejas luchas de los que nos precedieron; era una forma de “marcar” a los carneros que rompían las huelgas de los trabajadores de los frigoríficos, entre otras cosas.

La vida para esta compañera no ha sido nada fácil. Estar al frente de esta organización le ha traído muchos sinsabores, entre ellas las amenazas y el hostigamiento que de forma habitual recibe; instándola a dejar todo quieto.

El miércoles pasado la interceptan en una avenida, amenazándola con un arma de fuego y sentenciándola de muerte, si no se deja “de joder”.

¿Quiénes realizan estas amenazas? ¿Quiénes son? ¿Quiénes? ¿Quiénes pregunto?

¿Acaso los que siguen secuestrando la verdad del pasado?

¿A quién molesta Irma Leites con su actividad legal? ¿A quién?

Saquemos algunas cuentas: las mochilas que tiene la sociedad uruguaya cargan en ellas más de 200 desaparecidos, 116 asesinados, la memoria concreta de niños que fueron secuestrados con sus padres y luego tomados como botín de guerra cambiándoles sus identidades por años.

Sigamos sumando más cosas a nuestras mochilas: niños que fueron presos junto a sus madres por años, miles de uruguayos/as presos y torturados, familias enteras expulsadas al exilio, destituciones de empleados públicos y sindicalistas, persecución fuera de fronteras, saqueos de bienes a los detenidos y a instituciones, una deuda externa quintuplicada en todo ese período que todavía seguimos pagando, etc.

Mentiras recurrentes y olvidos impuestos a toda la sociedad.

El 2009 nos dejó una enseñanza;

Que casi un millón de uruguayos no desea olvidar lo que pasó,

Que no desea mantener más la impunidad de los criminales del pasado y del presente.

Que desea saber la Verdad y lograr la Justicia, para poder seguir sobrellevando a cuestas ese pasado que no pasará.

Mientras los huesos de nuestros queridos muertos; sigan aún en manos de ellos:

No podrá haber reconciliación sin Verdad y Justicia.

¿A quien molesta entonces Irma Leites si somos casi un millón de voluntades que con ella decimos basta?

¿A quien? ¿A quien?





MARTHA PASSEGGI.

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