viernes, 25 de febrero de 2011

Cuales caminos?, cual es el camino?

Algo comienza a moverse en la sociedad uruguaya, no sabemos cuanto aunque por el caso no importa, pero sí de que hay conciencia y dignidad que están resueltas a ensayar algunas respuestas.

La instalación de la empresa minera ARATIRI en la zona del departamento de Treinta y Tres ya está causando daños a la tierra y a los pobladores que viven en sus cercanías. Y digamos que tan solo se está en la primera etapa del trabajo.

Se van sumando los megaproyectos de distinto tipo en Uruguay y ello está provocando sanas reacciones en contra de los mismos.

La defensa de la tierra y sus recursos como bien común de los cuales nuestra sobrevivencia depende se expande por toda América Latina.

Estamos en la hora del más salvaje e impune de los saqueos sobre los recursos naturales en beneficio de los grandes capitales inversionistas.

En el abajo del pueblo uruguayo, hay puñados de gente inquieta y con razón; la resistencia a este proyecto de ARATIRI tan solo está comenzado.

Digamos que la misma deberá necesariamente ser lo más inclusiva posible dentro de todo el espectro social del Uruguay.

Las consecuencias son muy graves y las mismas tocarán al conjunto del pueblo por eso es que desde distintos ángulos y de formas diversas esta resistencia solo tendrá perspectiva si se apuesta desde el inicio a señalar y denunciar a las empresas transnacionales, como las invasoras de territorios, provocando a su paso, contaminación, desplazamientos de poblaciones y pérdida de soberanía.

No es pensable que en la actual fase del capitalismo sea posible lograr la expulsión de ninguno de estos megaproyectos, apostando a las salidas que pueda de manera ilusoria ofrecer el sistema. Este tema no puede resolverse mediante la tramposa propuesta de ir a un plebiscito por ejemplo; ello podría a llegar a ser el caso pero debería mirarse bien, cuales han sido los resultados de los últimos plebiscitos propuestos en Uruguay, como también pensar que los grandes medios de información no estarán para apoyar esta justa causa, si no que los mismos serán comprados por los grandes intereses financieros. Mucho menos se deberá contar con los partidos políticos que están en el gobierno porque justamente este gobierno es quien alienta la ejecución de estas políticas neoliberales.

Menos aún se podrá contar con los partidos conservadores, dado que ellos siempre han mirado por los intereses de las elites capitalistas.

Conviene ir informándonos de cómo operan estas empresas transnacionales para ir reconociendo en cada una de sus propuestas o apuestas las etapas por las cuales atraviesa el proceso de instalación y aceptación dentro de las poblaciones locales.

Tenemos en primer término a las “donaciones”, enmascaradas detrás de la “responsabilidad social empresarial” a fin de conquistar la simpatía hacia el o los proyectos por parte de las poblaciones; se pueden citar donaciones para escuelas o policlínicas según se halla detectado cuales son los puntos sensibles, sobre los cuales hay que intervenir.

Las estrategias empleadas por estas mega empresas son bien claras; comprar “estudios científicos” favorables; la orientación de investigaciones de forma tal que favorezcan sus intereses y todo tipo de maniobras a fin de fabricar un pseudo consenso social y político pro minero, pro sojero, pro endeudamiento externo. Agitando las banderas de trabajo y desarrollo para los países que son en realidad saqueados de la manera más impune que se pueda pensar.

Toda esta maquinaria de engaño y chantaje se despliega al tiempo de que continúan contaminándonos con cianuro, acido sulfúrico, glifosato, endosulfán y demás químicos venenosos. Estas grandes empresas son favorecidas por los gobiernos de los países que saquean, contaminan y endeudan con leyes a medida, subsidios, beneficios fiscales e impositivos increíbles y cuantiosas obras de infraestructura para desarrollar sus actividades sin contratiempos.

Estas estrategias se enmarcan dentro de lo que es la Iniciativa para la Integración de Infraestructura de la Región Sudamericana (IIRSA). Esto debe ser objeto de estudio y de información para el conjunto de los movimientos sociales y por una razón muy importante: comprender que la estrategia principal de las políticas imperialista pasa por promover un nuevo plan de endeudamiento externo sudamericano.

Para la aplicación del mismo se necesitan la complicidad político empresarial de los distintos países, la seguridad jurídica, y la fragmentación y desmovilización de pueblos desinformados.

Es muy importante que frente a la verdadera invasión de mega proyectos en Uruguay desde un el comienzo se conozca primero cuales son estas estrategias saqueadoras para ponerles freno desde el arranque. No alcanza con intentar resolver los problemas solamente desde el punto de vista jurídico, sin ir a fondo en la denuncia de estas políticas saqueadoras y en los mecanismos que son utilizados para su implementación.

En definitiva sin un pueblo informado correctamente y sin gente movilizada no se logrará llegar a buen puerto. Entonces después será demasiado tarde para todos.

De ahí la importancia de ensanchar los distintos sectores sociales para que se integren en una única lucha; impedir que estos proyectos se instalen y lograr que los que ya estén en funcionamiento se retiren.


Luna

23 02 2011
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