jueves, 14 de abril de 2011

En el barro no hay insulto


Que te garúe finito



Revisar la historia escrita por el Ñato
Tomado de Facebook:
14 de abril 2011

David Cámpora fue citado por el juez Rolando Vomero que investiga el homicidio de los dos tupamaros
Líder histórico del MLN testifica el viernes por el asesinato del matrimonio Martirena
El juez en lo penal de 10º Turno, Rolando Vomero, citó para el viernes al contador David Cámpora, líder histórico del Movimiento de Liberación Nacional, para que testifique por el asesinato de los esposos Luis Nelson Martirena Fabregat e Ivette Rina Giménez Morales, cometido el 14 de abril de 1972 por policías y militares.

Cámpora fue detenido junto a Eleuterio Fernández Huidobro durante el operativo policial y militar en la calle Amazonas 1440 donde fue ejecutado el matrimonio, propietario de la casa.

El juez aún no acordó una fecha para tomar el testimonio de Fernández Huidobro, quien se encontraba oculto junto a Cámpora en un escondite montado sobre un baño del primer piso donde fue acribillado el esposo Martirena Fabregat que murió desangrado. Para testificar, Fernández Huidobro debería renunciar a su fueros parlamentarios, de manera de evitar tener que hacerlo por escrito.

Los delitos cometidos por policías y militares no están amparados por la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, más conocida como la Ley de Impunidad, ya que fueron perpetrados con anterioridad al golpe de Estado del 27 de junio de 1973.

El entonces jefe de inteligencia policial, el inspector general ahora ya fallecido Víctor Castiglioni, habría ejecutado a la mujer Giménez Morales, en la cocina de la casa, según un testigo que será citado.

El 14 de abril de 1993, a exactos 31 años después de la masacre aún impune, LA REPUBLICA publicó una entrevista en la que el ex agente de inteligencia policial Winston Silva Cordero dijo que "el inspector Castiglioni metió el caño de su arma en la boca de Ivette Martirena y la ejecutó". El ex agente reveló a la vez que Castiglioni, "le colocó un arma en la mano, después de muerta, y a su marido una metralleta Pam, después de muerto".

"Cuando tomamos la casa por asalto", continuó Silva Cordero, "encontramos a la señora de Martirena que corría histérica de un lado para otro, con las manos en alto; en la casa no había ningún tipo de arma, pero nosotros efectuamos cientos de disparos".

El ex agente también será citado por el juez Rolando Vomero, pero recién después que presten declaración muchos otros testigos que fueron solicitados por las hijas del matrimonio asesinado, quienes presentaron denuncia ante la Suprema Corte de Justicia en 2003.

Entre los testigos figuran decenas de vecinos que presenciaron el violento tiroteo contra la casa que comenzó luego de las 14 horas.

La denuncia agregó que "integrantes de las Fuerzas Conjuntas suben al primer piso y encontrando desarmado a Luis Martirena, lo hieren a balazos, dejándolo desangrar hasta la muerte".

En el expediente ya brindaron su declaración testimonial Ana y Laura Martirena, las dos hijas del matrimonio asesinado, quienes siendo todavía unas niñas, también presenciaron los crímenes cometidos contra sus propios padres, que estaban desarmados.



  El senador Fernández Huidobro dijo que renunció a su banca porque el Frente Amplio no aceptó plebiscitar la ley interpretativa de la ley de Caducidad.

"En otra época habló mucho con militares".
"Una época que yo viví y no la vivieron otros compañeros "


Fernández Huidobro. "No le damos la derecha a nadie en la lucha contra la impunidad"
"La unidad de acción es un bien muy importante, estratégico, para el FA"
El senador Eleuterio Fernández Huidobro se despachó ampliamente en una entrevista exclusiva con LA REPUBLICA sobre las razones de su renuncia al Senado y sobre varios temas colaterales. Huidobro dijo que "paradojalmente en este tema estoy totalmente de acuerdo con Julio Marenales o, dicho de otro modo, Julio Marenales está totalmente de acuerdo conmigo". A continuación un resumen de sus expresiones.

Víctor Carrato |


Se habló mucho de su renuncia, pero mucho menos sobre las causas de ella.
Indudablemente este senador no está a favor de la Ley de Caducidad y no le damos la derecha a nadie en la lucha contra la impunidad, a nadie absolutamente, que nadie se suba porque no, más que nadie no, menos tampoco. Cuando se dice que estamos a favor de la impunidad se hace una estafa en la polémica, se saca el trolley para el otro lado y simplemente se descalifica; es un insulto que no tiene argumentos.
­¿Cuáles son las discrepancias para votar esta Ley?
­Las diferencias se basan en un texto que contiene varias inconstitucionalidades e incluso viola derechos humanos, por lo que dice y porque hubo un debate jurídico, donde varias bibliotecas se enfrentaron, y acá no hubo un catedrático que pasara por estas dos cámaras que no dijera que este texto contiene francas inconstitucionalidades, y estaban hablando ya para la Suprema Corte de Justicia (SCJ), no ya para los senadores, sino para sus clientes, para su prestigio internacional, porque esto es un documento público. Está frita esta Ley, en mi opinión, obviamente.
­Usted utilizó varias veces los términos "ojalá nos equivoquemos". ¿Por qué?
­Claro, porque si llegamos a tener razón, toda la gente que aplaudió en las barras, a la que se le hizo crear una expectativa inmensa acerca de que por esta Ley hay un camino, cuando se enteren que no lo hay, yo no quisiera estar en esas almas. Se van a sentir muy mal. Ojalá, como hemos aceptado la opinión de la mayoría, que dice que este peligro no existe, ojalá la mayoría tenga razón.
­Si uno entra en las redes sociales, como Facebook, encuentra muchas expresiones de alegría y festejo y otras expresiones señalando traidores y particularmente en el caso del senador Saravia, con acusaciones de su origen blanco.
­Y sí, pero la realidad no es Facebook, ¿eh? La realidad no es virtual. Yo por suerte no entro, no tengo cuenta en Facebook ni la voy a tener nunca porque eso es un hermoso servicio de Inteligencia, a mi juicio. Ahora, los que quieran entrar a Facebook que lo hagan, y también ya tienen la industria robot que entra a Facebook. Así que yo no sé cuando se leen comentarios de alguien si los está escribiendo una persona o un robot informático o alguien que se encubre en una personalidad que no es, ni que hablar, obviamente y que tienen sus call centers para llenar todas las redes sociales con las opiniones que quieran. Así que eso, para mí, lo tomo como una ratita muerta, con dos deditos de la mano, Facebook, Twitter, toda esa pavada. Para mí es una pavada gigantesca.
­¿Por qué la gente que tiene expectativas en que definitivamente la Ley de Caducidad termine anulándose se va a defraudar?
­Porque la SCJ la puede declarar inconstitucional a esta Ley y entonces, ¿empezamos de vuelta, hacemos otra? ¿Qué hacemos? Se está cometiendo un gravísimo error, ya lo hicimos y perdimos, con éxito perdimos. Dimos el voto, pero después discrepamos con el camino político, que es otra cosa, ya no es jurídico. Lógico, después de dos consultas populares a las que convocamos nosotros mismos, una de ellas reciente, si se aprobaba esta Ley, con una mayoría parlamentaria, inmediatamente teníamos que convocar a un referéndum, de manera ineludible, para que el pueblo finalmente decidiera.
­¿Y eso quién no lo aceptó?
­El Frente Amplio (FA).
­Pero la CAP-Libertad no está dentro del FA.
­Bueno, pero nosotros tuvimos la oportunidad que no tuvimos en ocasión de que se votara el anterior proyecto en la Cámara de Representantes, para poder discutir este proyecto con la bancada, en presencia del canciller, hasta en el FA, porque se nos crearon espacios especiales para poder discutirlo allí, de manera fraterna, leal, sincera, todos alrededor de una mesa y quedamos en minoría.
­¿Minoría única?
­Nosotros quedamos en franca minoría, Nin Novoa también quedó en minoría y Saravia, que no participó en esas discusiones, también quedo en minoría obviamente. Entonces acatamos a la mayoría, terminada la discusión por grupos, porque nosotros somos partidarios de la unidad de acción, que es para nosotros un bien muy importante, estratégico, sino no hubiera sido posible el FA, no hubiera sido posible su existencia ni su futuro. Las mayorías deben ser aceptadas y las minorías debemos acatar, es un principio de la vida política; eso es de Perogrullo, sino no hay organización política posible. Nosotros le dijimos a Brovetto que para la CAP-L no es necesario que se reúna el Plenario del FA. Nosotros somos militantes políticos, no somos burócratas, no precisamos un papel. Ya los votos los tienen, estamos en minoría, en franca minoría. Dijimos eso y se acabó. La discusión sobre el texto se acabó. Ojalá nos equivoquemos nosotros y ojalá para el futuro del país tengan razón los compañeros de la mayoría, lo dirá el tiempo. Punto, se acabó. Ahora discrepamos en el camino político elegido y cuando planteamos lo del referéndum, nos dijeron también que no.
­¿A usted lo vino a saludar inclusive el senador Larrañaga?
­Sí, todo el mundo.
­¿Usted piensa que la oposición le va a aceptar la renuncia?
­Con un tercio de votos en la Cámara de Senadores que se necesita me lo acepta el FA y ya está.
­¿Y si no sucede así?
­Igual la renuncia es indeclinable. (Se ríe). La libertad...
­Pero usted tiene que cumplir con el artículo 115 de la Constitución.
­Sí, lo voy a hacer, ya hice todo el trámite burocrático. En su momento se va a discutir y espero que me la acepten por razones políticas. Nadie me puede obligar a quedarme, porque este instrumento está creado para que algún sinvergüenza venga a pedir su renuncia cuando merece ser expulsado inmediatamente. No se le niega a nadie la renuncia, ya es una costumbre del Parlamento.
Usted tuvo la oportunidad de salir de sala y que entrara su suplente a votar. ¿Por qué no lo hizo?
­No, no quise, soy un tipo acostumbrado a dar la cara en las buenas y en las malas.
­Usted sabe, senador, que hablan mucho tanto en las redes sociales como por otros lados...
­¿Pero ustedes lo único que leen son las redes sociales?
­Están de moda.
­Ah, bueno, yo a las modas me las paso por el forro de las pelotas.
­Usted está acostumbrado a que lo critiquen en relación a las historias que se cuentan sobre el Batallón Florida; usted hizo salidas, negociaciones.
­Hay libros que escribí yo mismo sobre eso, es público y notorio; ¿y cuál es el problema? ¿Qué tengo el famoso síndrome de Estocolmo? Todos tenemos síndromes, la cagada es lo que hace cualquiera con su síndrome, ¿verdad? Hubo un psicólogo, profesión en la que creo muy poco, analizando los cuadros de Leonardo Da Vinci y un gran pintor dijo que tenía complejo de Edipo. La cagada es que con ese complejo Da Vinci hizo todos esos cuadros y todos los demás que tienen el complejo de Edipo, incluido el psicólogo, no hicieron ni una puta copia en su vida, nada, se dedicaron a hablar. Yo tengo síndrome de Estocolmo, bárbaro. Si empezamos a hablar de los síndromes que tienen los demás compañeros, más vale no hablar... Soy militante viejo, no creo para nada en los compañeros puros, ultrapuros, que no fuman, no toman, no son mujeriegos, no son timberos, quizás esos son los peores. De repente se descubre que lo que tienen es un vicio de esos que no se pueden confesar y ahí nos llevamos cada sorpresa bárbara. Yo prefiero que me presenten un compañero y digan que tiene los vicios módicos, comunes y corrientes de toda la gente. Pero no creo en los santos y puros, débiles como las monjas, especializados en la fabricación de bizcochitos. No creo. Yo no sé si tengo ese síndrome, creo que tengo otros mucho peores, que es un argumento descalificador que no aporta nada al discutir un texto jurídico (se ríe) para ver si sirve o no sirve, ni aporta nada a discutir la táctica política para ver si conduce o no conduce. Con decir eso, ¿qué decimos? A los insultos yo no puedo contestar.
­El coronel (r) Carlos Araújo, que tiene un programa en radio Continente y es integrante y vocero del foro militar Libertad y Concordia, sostuvo...
­Sí, una persona muy conocida, fiable, según la prensa, porque le dieron un crédito... A ese loco de la bolsa lo pusieron en primera categoría. Un loquito de la bolsa que habla por CX 10 dijo una sarta de disparates y acá en este despacho, ayer (por el martes) por los teléfonos, que eran atendidos por mis compañeros porque yo estaba en otros menesteres, una cantidad enorme de militares, logias y satrapías de todo tipo se deslindaban de este loco de la bolsa, diciendo "nosotros no tenemos nada que ver con lo que dijo este anormal", y eso no está en Facebook, pero acá en mi despacho está.
­Araújo habló hasta de un documento en el que implicaba a Mujica en supuestos viejos acuerdos entre miembros de las Fuerzas Armadas y los tupamaros. "Habíamos acordado que los desaparecidos habían caído en combate y que el tema se terminaba ahí", dijo Araújo a "El País".
­Sí, sí, sí. Nada, es un loco de la bolsa, ¿que querés que le conteste a cualquier imbécil que anda por ahí diciendo pavadas? ¿Tengo la obligación de responder a cualquier estúpido, inservible, que anda por ahí diciendo pavadas? ¿Y a los insultos anónimos contra mí, publicados en redes sociales, que yo no sé si provienen de robots informáticos que banca el Pentágono o no sé quién los banca, o call centers organizados por empresas? Son pavadas.
­Hay viejos dirigentes del MLN que se van retirando...
­Creo que paradojalmente en este tema estoy totalmente de acuerdo con Julio Marenales, o dicho de otro modo Julio Marenales está totalmente de acuerdo conmigo. ¿Qué cosas tiene la vida, no? Así que, ¿por qué no van a hacerle un reportaje a Marenales a ver qué opina de esta Ley?
­Manera Lluveras se retiró hace tiempo. Marenales no acepta ningún cargo electoral o de gobierno, usted se fue del MLN, del MPP y del Espacio 609 y ahora se va del Senado. ¿Adónde va a ir?
­Yo no nací en el Senado, nací en el Buceo, ni tengo Poxipol en el culo que me ate a un sillón. Me voy a ir de donde vine. Ahora, entré al Senado por la puerta, por los votos, y me voy por la puerta. Acá hay senadores y senadoras que no tienen un puto voto y se van a ir por la ventana. Es una maravilla que se produce en los partidos uruguayos.
­¿Qué piensa del caso del senador Saravia?
­Yo no me meto en el pellejo de los demás y aclaro que no soy partidario de ninguna comisaría más de las que ya existen, porque hay bastantes comisarías en Montevideo como para fundar otra dentro del FA. No me simpatizan los chifles, los gorros, los reflectores y los pitos.
­¿Qué quiere decir eso?
­Que hablar de expulsión me parece medio comisarial, tiene tufillo a cuartel.
­Que existieron conversaciones con los militares es innegable.
­Siempre las hubo. Yo de chiquito, cuando comencé a ser aprendiz de revolucionario, me enseñaron que nunca había que dejar de tener política para los militares. Es más, tanto la tuvimos que el FA fue fundado por un general de división, que incluso participó en la represión de los bancarios. Y el FA estaba lleno de militares, ¿de qué estamos hablando? Acaba de morir uno, el compañero Licandro, y hay muchos más. ¿Cuál es el problema? ¿Es pecaminoso hablar con los militares? Yo creo que es mucho más pecaminoso hablar con los banqueros.
­ Hubo alguna versión de prensa que dijo que usted votó ayer llorando.
­Sí, me enteré que hubo algún periodista que dijo eso. Lo desafío a que consulte, porque no fue así; además esto no es ninguna tragedia, ningún drama, esta resolución yo la tomé hace meses. ¿Lagrimear por qué? ¿Por qué me voy de acá?
­Mucha gente lo imagina a usted vestido de verde oliva.
­Bueno, yo fui un militar irregular y guerrillero, aprendiz de guerrillero, yo proclamé la lucha armada. No solo la proclamé de boquilla, la hice, de forma irregular, en su momento calificada como la mejor guerrilla de América Latina. ¿Cuál es el problema? Los que no lo fueron es problema de ellos. Yo dije ayer que en materia de lucha por los derechos humanos no le damos la derecha a nadie y contra la impunidad no le damos la derecha a nadie, con Ley o sin Ley, porque nosotros estuvimos presos por estacionar mal la bicicleta. Mañana es 14 de abril.
­¿Qué puede pasar mañana?
­Nada, pero recuerdo lo que hicimos nosotros el 14 de abril y mucho más. A los violadores de los derechos humanos nosotros les dimos un cierto tratamiento que nadie le dio a la izquierda uruguaya. Así que no le damos la derecha a nadie, porque nosotros no estuvimos presos por tener el coche mal estacionado, que lo recuerden todos, y por eso mismo nunca fuimos jamás amnistiados.
­¿Usted niega cualquier acusación de entreguismo en el Batallón Florida?
­Por supuesto, como no lo voy a negar.
­Pero usted sabe que circulan versiones al respecto.
­Ahhh, pero por favor, contra mí circula todo tipo de acusaciones, pero son insultos. ¿Y me voy a poner a contestar insultos que no sé ni de quién vienen? Insultos degradantes, descalificadores, que pretenden sustituir la razón por los insultos. Yo estoy acostumbrado a que me insulten. Eran 400 milicos en cada cuartel que me insultaban. Ni me rozan en la piel los insultos porque ellos descalifican a los que los profieren.
­Se informó que el presidente Mujica, Rosencof y usted estarían citados para declarar sobre el caso de Antonio Viana, que fue trasladado clandestinamente al cuartel de Rocha donde ustedes estaban como rehenes y fue torturado. ¿Usted va a declarar?
Ni que hablar. A mí me llama cualquier juez y yo voy. Zabalza me hizo llamar a declarar por genocidio por su libro.

13 abril 2011

Detenido presenta a Mujica de testigo

PABLO MELÉNDREZ
Antonio Viana, un ex dirigente tupamaro detenido en 1974 por fuerzas parapoliciales en Buenos Aires y luego trasladado clandestinamente a Uruguay, presentó una denuncia penal ante la jueza Mariana Mota para que se investigue su caso.
Viana fue el primer uruguayo detenido ilegalmente en Buenos Aires y llegó a estar recluido e incomunicado varias semanas en distintas unidades carcelarias. En ese momento, todavía no se había producido el golpe de Estado en Argentina.
El abogado Pablo Chargoñia presentó el lunes 11 una denuncia pidiendo, en representación de Viana - quien actualmente reside en el departamento de Rocha- para que se investigue su detención, traslado a Montevideo y la tortura que padeció estando preso en Uruguay.
Chargoñia dijo a El País que en la denuncia se solicita investigar un caso de "tortura", "desaparición forzada" y "privación grave de libertad", delitos previstos en la normativa de la Corte Penal Internacional.
El abogado indicó que entre los testigos propuestos, se encuentran el presidente José Mujica, el senador Eleuterio Fernández Huidobro y el ex director de Cultura de la Intendencia de Montevideo, Mauricio Rosencof, quienes estando detenidos en una unidad militar de Rocha, presenciaron las sesiones de tortura de las que fue víctima Viana.
Entre los denunciados se encuentran los militares retirados Gregorio Álvarez y José Gavazzo y el ex dictador Juan María Bordaberry.
TORTURAS. Por otro lado, respecto a la cantidad de casos que se podrían reabrir al dejar sin efecto la ley de Caducidad, Chargoñia dijo que es "muy difícil" establecer un número concreto de causas en tal condición.
Sin embargo, Chargoñia indicó que hay ex detenidos dispuestos a presentar denuncias por "tortura", delito por el que todavía no hay ningún militar procesado. En ese sentido, dijo que la idea es presentar acciones en forma "organizada".
El País Digital

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Se destapó la caja de pandora
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13 abril 2011

Rosadilla podría renunciar a Defensa

Revisionismo. El futuro del ministro será resuelto por la CAP-L una vez que Fernández Huidobro oficialice su ida del Senado | Mujica convocó para hoy a los mandos de las Fuerzas Armadas Leer mas
El senador suplente Óscar López Goldaracena (Movimiento Independiente de Derechos Humanos) dijo a El País que "los argumentos que motivaron la renuncia (de Fernández Huidobro) son equivocados". Sin embargo, indicó: "me parece que hizo bien Fernández Huidobro en dejar la banca, se requiere un recambio generacional".

EDITORIAL
Una nueva hora para los uruguayos

La situación que se ha creado en la izquierda con la votación del proyecto de ley que interpreta la Ley de Caducidad con efecto de anulación, muestra que fue una decisión extremadamente compleja y contradictoria.

El senador Eleuterio Fernández Huidobro (CAP-L) renunció a la banca a pesar de haber votado afirmativamente y su colega Jorge Saravia (PG) votó en contra. Así tenemos un cuadro político en la interna del Frente Amplio que exhibe una crisis, inesperada hace solo un año.

Otro elemento a tener presente es que en el día que comenzó la cuenta regresiva para anular la ley, el Palacio Legislativo estuvo muy lejos de estar rodeado de ciudadanos que reclamaran el fin de la ley de impunidad. La gente prefirió ir al estadio o a los televisores de los bares, para ver una bandera gigante, antes que reclamar "juicio y castigo para los culpables" de la violación de los derechos humanos durante la dictadura.

Luego que la Cámara de Diputados vote al igual que en el Senado la nueva ley interpretativa, las élites del país entrarán en un nuevo debate, por cierto cansador, sobre la constitucionalidad o no de la ley que ayer comenzó a votarse en la Cámara de Senadores.

El nuevo desafío para la izquierda será defender a ultranza el valor de la resolución parlamentaria, donde no se diluya el tema central: que la dictadura violó masivamente los derechos humanos y que los uruguayos nunca más queremos terrorismo de Estado.

Un debate que tendrá como pilares fundamentales la democracia, la libertad, la verdad y la justicia, todas propuestas filosóficas que permitirán que los uruguayos encontremos, en la administración civilizada de muestras diferencias, el camino para desarrollar a un país que apunte a un horizonte de justicia social.

Es la hora de la política con mayúscula y para eso el Frente Amplio se ve obligado a trasformarse en una fuerza política moderna, inteligente, con capacidad de acumulación de fuerzas y de ideas. Así como de sentimientos.

Un Frente Amplio que no sea una piedra en el camino para el desarrollo exitoso del gobierno progresista, sino un buen aliado de los cambios y el progreso, que día a día se palpan en el acontecer diario, tanto en Montevideo como en el interior del país.

Los partidos de oposición tienen todo el derecho a utilizar la actual coyuntura para conquistar adhesiones ciudadanas, pero a la vez deben tener la suficiente responsabilidad para que los grandes temas del país no queden ensombrecidos por la escaramuza política, generada en torno al dolor de las víctimas y de las familias uruguayas. Es que el pasado es responsabilidad de todos.

La lucha "por la sillita" vs la lucha "por la verdad"
14 abril 2011
Fernández Huidobro | Senador renunciante
En el Frente Amplio hay una "lucha por la sillita"
Valeria Gil

-¿Cómo llega al extremo de dejar la banca en el Senado después de votar a favor del proyecto interpretativo de la ley de Caducidad?

-Nosotros consultamos a conciencia en la CAP-L el texto de la ley interpretativa con abogados de izquierda y llegamos a la conclusión que es malo, aunque se salga a decir el disparate de que estamos defendiendo la impunidad. Los abogados que consultamos dijeron que era un mamarracho, estaba mal hecho el proyecto, mal redactado.

-¿Por qué es un mamarracho el texto de ley interpretativa?

-Hay inconstitucionalidades y violaciones a los derechos humanos en el texto. Pero como no soy abogado me afilié a una tesis y la defendí, quedé en minoría y no tuve otra que acatar y votar. Ojalá tenga razón la mayoría y nosotros estemos mal asesorados y equivocados. Es una tragedia para la gente que se llenó de expectativas y que un día se entere que no es así, la verdad que no quiero estar en su pellejo. El texto no va a lograr los efectos para los que fue creado, tiene trancas y debilidades jurídicas. Lo primero que va a ser cualquier abogado es ir a la Suprema Corte de Justicia y es muy probable que se decrete la inconstitucionalidad.

-Más allá del texto, ¿cuál es su discrepancia de fondo con la anulación de Caducidad?

-Hacía menos de un año que el pueblo había dado otro veredicto, no podemos de ninguna manera eludir la necesidad de convocar nuevamente al pueblo. No había más remedio, se tendría que haber convocado otra vez a un plebiscito.

-¿Si en el Frente le solicita que no abandone la banca, está dispuesto a volver atrás?

-No, esto es indeclinable. Sería un mamarracho hacer eso.

-¿Su renuncia es una despedida de la política?

-No, para nada, yo no nací acá y todo puesto de lucha es importante. Hay muchos lugares donde trabajar desde la militancia.

-¿Usted había informado de su renuncia al presidente José Mujica y al resto de sus compañeros?

-No. La decisión de dejar la banca la tomé en febrero de forma personal, si yo decía algo presionaba mal un debate que debía ser limpio dentro del Frente. Había conversado con el ministro (Luis) Rosadilla, que se encontraba en Río de Janeiro y él estaba de acuerdo con mi renuncia. Mujica no sabía nada, se enteró cuando lo dije en la sesión y vino a saludarme después.

-¿Qué le dijo Mujica respecto a su renuncia?

-Somos viejos compañeros, nos comimos las palizas parlamentarias de lo que era la oposición cuando estábamos en minoría. Me vino a saludar, no hablamos demasiado.

-Si se tiene en cuenta su postura y la del senador Jorge Saravia, ¿la anulación de la Ley de Caducidad le hizo pagar al Frente Amplio un precio demasiado alto?

-No creo. Pienso que le va a ser muy bien al Frente. Esto va a obligar a la autocrítica. Esto revive el Frente, porque se había deteriorado un poco la discusión.

-¿El Frente Amplio pierde credibilidad al insistir en anular la Ley de Caducidad?

-Pierde credibilidad el instrumento (de la consulta popular), que es más grave. Porque la herramienta fue usada por todos los partidos en horas dramáticas, es muy importante como para desprestigiarla.

-¿El Frente se encaprichó en anular la Ley de Caducidad?

-Por lo que yo sé esto fue una comisión especial que trabajó dentro del Frente Amplio. El presidente Mujica no armó este lío, él dijo que estaba en manos del Parlamento. El canciller Luis Almagro sí participó en esta comisión especial y la misma oposición le preguntó si venía en carácter de canciller o militante. Hubo ciertas desprolijidades y el canciller tiene derecho a opinar, pero creo que el texto está mal redactado y el canciller fue el que lo redactó; supongo que presionado por el caso Gelman que teníamos en marcha en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Almagro quiso apretar el acelerador con el tema y ahí hay un error político a mi juicio.

-¿Quién cometió el "error político" de insistir con la anulación de la Caducidad?

-Todos los que tomaron la iniciativa, inclusive Almagro. Sin ningún problema lo digo. Mi pelea y la de la CAP-L fue para convencerlos, de que esto está endeble y es fácilmente atacable. Por esto vamos a pagar después el desaliento de gente que creó expectativa.

-¿Su renuncia puede influir de alguna forma en el ingreso de la CAP-L al Frente?

- Sí, puede ser, si se tiene en cuenta que los mismos sectores mezquinos que tomaron la resolución democrática de que salgamos a buscar firmas para ingresar al Frente -teniendo 78.000 votos, senador y diputados- tienen mucho poder.


-¿Por qué se le ha hecho la oposición a la CAP-L?

-Por lucha por el poder dentro del FA, que no sirve para nada, pero que para los burócratas es fundamental. Es la lucha por la sillita.

El País Digital

1 comentario:

  1. Huidobro dice que él está en contra de la impunidad. Entonces: porqué defendió tanto a los tres milicos extraditados a Chile y porqué defiende ahora a Dalmao?
    Los cuatro fueron hallados culpables por la justicia competente.

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