viernes, 15 de julio de 2011

La muerte de El Paqui Mussio


EL PAQUI

Estoy yendo, casi, para este momento especial en el que creemos poder
disipar en algo la pérdida de alguien querido, participando de un
ritual que en realidad tiene mucho, aún, de la actitud prehistórica,
animal, en la que la sorpresa de la muerte no podía neutralizar la
esperanza de que ella fuera algo pasajero, reversible, y que la espera
junto a quien perdíamos, resultara en algo así como una resurrección
milagrosa, una vuelta a esta cotidianeidad que hoy, “en los tiempos
históricos”, es propiamente el horrendo drama de la existencia en un
mundo en el que todo debe ser así, trágico, espantoso, brutal,
necesariamente brutal desde que la injusticia es dueña y señora de
cuanto existe y desde que quienes la han impuesto, lo han hecho y lo
seguirán haciendo de la única manera en que la injusticia puede
imponerse: por la fuerza, por la violencia, por la compulsión del
poder sin sensibilidad, sin razón y sin posibilidades de sustraerse a
su propia autocondena a una violencia que un día acabará con toda la
violencia y con toda la injusticia.
Estoy yendo al velorio del Compañero Luis Mussio.
Ayer al mediodía, “El Paqui” cayó fusilado por la sociedad de la
muerte, que no es la de alguna película en onda, sino esta inmundicia
en la que subsistimos peor que animales a pesar de tanto seudo avance
tecnológico-cultural y necios espejismos de progreso humano, confort
digitalizado y estúpidas cifras de “crecimiento económico”.
“El Paqui” cayó, ayer, abatido por la misma violencia contra la que
supo rebelar-se desde muy joven, desde que entendió que más tarde o
más temprano, los pode-rosos, los profesionales de la injusticia, nos
irían poniendo a cada cual un fierro en las manos. A unos para luchar
por un mundo sin injusticia y sin opresión, apuntan-do como hay que
apuntar. A otros, desdichadamente, apuntando para abajo, contra sus
iguales, golpeando a los golpeados, ayudando con su violencia a la
violencia de los de arriba, una violencia que es totalmente funcional
a las pautas de vida de quienes han postulado que vivir dignamente es
vivir de otros, sometiéndonos, chupán-donos la sangre, rapiñándonos
desde que nacemos y hasta que morimos.
“El Paqui” sabe muy bien de donde salieron los disparos que lo mataron
a él y al botija de 24 años laburando por tres chirolas. Y no le
calienta –al contrario, quiere que lo digamos con fuerza— la
repetición machacona acusando a los verdaderos asesinos que hay atrás
de cada rapiña, cada copamiento, cada arrebato contra los de abajo.
“El Paqui” quiere que insistamos diciendo que esta violencia de hoy,
es la misma de hace 40 años y más. Y que también es la misma porque
los que en general siguen cayendo abatidos, no son precisamente sus
responsables. El Compañero asesinado quiere que digamos que su muerte
también podía haberse debido no a la bala de un chorro, sino a la de
un milico ensoberbecido o algún sicario de la impunidad.
No decirlo por temor a caer en fraseología revolucionaria o algún
“lugar común” de la agitación ideológica, sería defraudar a “El
Paqui”…
Decirlo y no insistir en que sin pueblo organizado y rebelado contra
la violencia y la injusticia, seguiremos siendo apenas víctimas
virtuales de alguna bala llegada desde abajo o desde arriba, no sería
honrar la memoria del Compañero Musio como él se lo merece.
A “El Paqui”, ayer, no se lo llevo la “inseguridad ciudadana” de Canal
4 y la campaña fascista por bajar la imputabilidad; se lo llevaron
las mismas fuerzas tenebrosas y terroristas que durante añares lo
mantuvieron secuestrado en el campo de concentración “de Libertad”. Se
lo llevó la violencia capitalista, esta violencia que seguirá impune y
masacrándonos hasta que nuestras fibras de oprimidos y explota-dos
estallen en revolución y justicia popular, en pos de un mundo que no
ponga en las manos y los corazones de los más humildes, un arma que
apunte contra sí mis-mos, sino una herramienta de trabajo y una
dignidad humana que ya nadie puede esperar del capitalismo.

Abrazo, “Paqui”. ¡Habrá patria para todos!.-


Saracho


VELA DE ARMAS POR “EL PAQUI”

                                A Luis Mussio, asesinado cobardemente.(14 de julio de 2011)   


Nos faltaba ésta

-Paqui-
la del tiro en la frente
-digo-
la de mirar a los ojos al asesino
y
“morir en el acto”...

(esta vez
el verdugo fue un rapiñero
-da lo mismo-
últimamente toman formas distintas
son rateros de cuarta
pobrediablos condenados de antemano
desgraciados de cerebros vacíos
un ejército miserable sin códigos ni honor
cretinos pastabásicos mandaderos de la mierda
un subproducto basura del capitalismo salvaje
esa manga de cobardes de la otra impunidad...)

te tocó a vos
-hermano-
está para cualquiera
en esta timba loca de la violencia que no sirve...
justo a vos
que la palabra laburante
la metáfora de sol a sol
la del sudor de tu frente
te cabían enteras...
justo tu frente
señalera de rumbos irredentos
por la liberación definitiva...
no hay vuelta
-Paqui-
es la verdad de siempre:
hay que tener 2 cargadores
de la browning “high power” de 14 tiros
uno para dar combate a los enemigos de nosotros
y
otro para agotarlo con los chorros
esos hijosdeputa desclasados
que son los enemigos de todos....

(y pegar primero...)

honor a tu memoria compañero Luis Mussio
definitivamente libre...!!                                             
                                                                                   miguel ángel olivera “el cristo”

Viernes, 15 de julio, 2011



1 comentario:

  1. Hoy, ayer, esta noticia terrible nos dejó doloridos. Dos vidas, de golpe, de nuevo. Yo llegaba de la juntada frente al Parlamento, luego de charlar horas con los habitantes de Cerro Chato, dolorida, con esa frase dando vueltas en mi cabeza "sin tierra, qué somos, qué hacemos". Y esperando algún eco en el informativo cae esta noticia: dos muertos, asesinados en un intento de robo, duele, aunque no sepamos quienes son los muertos. Hoy me entero, duele saberlo, igual que ayer duele. No es porque los conozcamos que las vidas tienen más o menos peso. Ahora, cuando abro el blog me quedo leyendo, ganas de llorar, eso estoy sintiendo. La mierda, peleamos en las mismas trincheras luchas diferentes... y cada día la vida en presente lo demuestra. La carta del Saracho es mi pelea, esa concepción del mundo de los hombres sigue siendo mi sur, mi estrella, mi corazón y en esa eduqué a mis hijos y voy a hacer todo lo posible para educar a mis nietas. El "poema"... mirá la palabra... de Olivera es incalificable. Ojalá sirva para que tantos se enteren que hay concepciones tan diferentes de lo que es el ser humano y el respeto a la vida ajena. Gracias al blog por publicar ambas. Renovamos así, en este dolor de amanecer con dos muertos, tristes, viendo que las injusticias y el desencuentro con la vida campean, renoovamos así nuestra confianza en lo sereno, en lo bueno, en lo profundo, en lo humano, en lo que entiende y sopesa con valores éticos que han durado a lo largo del tiempo, para ahí seguimos yendo.
    Renovamos también nuestra distancia, insalvable, con los que siembran flores mortíferas, inhumanas, incalificables como ese "poema" de Olivera. Mi respeto a la familia del Paqui, mi solidaridad, mi tristeza compartida para ambas familias, la del que conocí, la del que nunca ya voy a conocer y era tan joven.

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