miércoles, 31 de octubre de 2012

El índice de Gini

por Ricardo Ferré


País de quinta en 114 lugar entre República del Congo y Sudán del Sur


El índice Gini mide el grado de desigualdad en una sociedad determinada. El valor 0 representa la igualdad completa, es decir en que todos los individuos perciben los mismos ingresos, o sea que hay desigualdad 0, o en otras palabras que no existe desigualdad alguna.
Por el contrario, el valor uno es el opuesto, es decir que un solo individuo percibe todos los ingresos de esa sociedad, mientras que el resto no percibe nada.
Entre los países del mundo considerados en separado, los que tienen índice Gini superior, o sea más cercano a 0, la igualdad total, son los países escandinavos, con guarismos cercanos al 0,23.
Uruguay ocupa el puesto 114 de 160 países registrados, con un guarismo de 0,45 en el año 2009. El mejor valor del índice Gini desde el año 1981 fue en el año 1993 con un guarismo de aproximadamente 0,41. Durante los gobiernos progresistas no se ha logrado un mejoramiento significativo del nivel de desigualdad. Debemos señalar que es muy difícil controlar la desigualdad por medios inscriptos dentro del juego de la democracia tradicional burguesa. Estimamos que se necesitan medidas drásticas, tales como la reforma agraria, para lograr un progreso significativo en la distribución de la riqueza.
Uno de los indicadores más certeros es la proporción de la masa salarial en relación al PBI. En nuestro país la participación de los asalariados (masa salarial) mientras que era del 36% en 1998, pasó al 30% en 2010, según el instituto Cuesta-Duarte.










La parte de los trabajadores dependientes de su salario pasó de 3,6 dólares a 3 dólares de cada diez que generaba el país.
La CEPAL señala que en el año más reciente medido, el 2005, la relación entre el quintil más rico sobre el quintil de menores ingresos era de 9, o sea que el 20% más rico de la población gana 9 veces más que el 20% más pobre.
La desigualdad mundial se estima que es de 0,63, donde "la renta del 20% de las personas más ricas del mundo es 28,7 veces más elevada que la del 20% más pobre".
Mientras que en los países de ingresos per cápita similares al Uruguay el índice Gini pasó de 0,5582 a 0,5215 y a 0,4677 en nuestro país no tuvo variantes considerables, tampoco bajo los últimos gobiernos.
La reducción de la pobreza y de la indigencia durante los gobiernos progresistas(2005 - 2012) debe ser explicada más por el aumento importante de los ingresos del país globalmente (PBI) que por una mejora en la distribución de la riqueza o de  la disminución de la desigualdad.
La evolución del índice de Gini ha sido durante los gobiernos progresistas de 0,476 en 2007, 0,463 en 2008, 0,463 en 2009 y 0,453 en 2010.
Lo que produce promedialmente cada uruguayo es de cerca de U$S 14.000 por año, pero el salario mínimo es de $ 7.200 (U$S 4.300 anual ) los ingresos medios son de 15.360 y familiar de cerca de 40.000, pero en estas cifras probablemente van incluidos los sectores de mayores ingresos, que no se deben confundir con la masa de la población.
El reciente informe del economista Joaquín Etchevers (ver ), divulgado hace pocos días, a fines de octubre de 2012 nos indica que el aumento del PBI del país no está acompañado por un aumento equivalente del ingreso del hogar, sino que este es mucho menor, con tendencia a divergir aun más.
Etchevers nos dice que mientras que en los gobiernos conservadores precedentes no hubo cambios significativos en el reparto de lo producido en el país, durante los gobiernos progresistas consolidan la diferencia en este reparto, en detrimento de los sectores asalariados y pasivos.
La inequidad en la distribución de los frutos de la riqueza, entre el trabajo y el capital no sólo se mantuvo, se acrecentó. El enorme crecimiento de la economía fue a parar, mayoritariamente a las manos de los dueños del capital”, nos dice el economista citado en su informe.
La conclusión a que debemos arribar es que ningún gobierno dentro de este sistema nos va a conducir a cambios radicales en la estructura de la propiedad.
Reforma agraria, nacionalización de la banca y del comercio exterior, han demostrado ser entelequias que sólo podrán alcanzarse mediante cambios revolucionarios.



http://ricardoferre.blogspot.com/2012/10/cambios-de-gobierno-no-alteran-la.html




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Los paraísos fiscales y la fuga de capitales


Sally Burch
30 de octubre del 2012

http://alainet.org/active/59232


Un estudio sobre los paraísos fiscales(1) que publicó en semanas recientes el Tax Justice Network –TJN- revela la gravedad de la fuga de capitales y de la evasión tributaria, que alcanza dimensiones mucho mayores de lo que antes se había estimado. Estos datos confirman, además, que constituye uno de los problemas económicos más graves que enfrentan los países en desarrollo, y por ende contribuye a agudizar la pobreza.
El estudio hace un estimado –que considera conservador– de que para 2010, el monto de fondos de la riqueza privada que se encuentra invertido en más de 80 jurisdicciones offshore (extraterritoriales) -donde las cuentas se manejan bajo reserva y prácticamente libre de impuestos-, fluctúa entre 21 y 32 billones de dólares (o sea, millones de millones).
De este total, alrededor de un tercio, esto es entre 7,3 y 9,3 billones de dólares, provendría de 139 países de bajo o mediano ingreso.  Es más, el 61% de este monto corresponde a un grupo de solo 10 países, que incluye a Brasil, México, Venezuela y Argentina.  Se trata principalmente de rentas financieras acumuladas desde los años ’70 por las élites privadas de estos países, y que no se han registrado en sus países de origen.  Estas cifras abarcan solo los activos financieros; no se ha calculado otro tipo de inversiones, por ejemplo en oro, bienes raíces, yates, etc.
Al hacer un balance de activos y pasivos, el estudio demuestra que gran parte de los países considerados deudores en realidad serían prestamistas netos, si estos recursos no se hubiesen sustraído de su sistema financiero.  En efecto, los 139 países mencionados, que incluyen a todas las principales economías en desarrollo, “registraban una deuda externa bruta agregada de US$4,08 billones en 2010”. Al restar las reservas en el exterior de estos países, invertidas mayoritariamente en valores en el Primer Mundo, se constata que “su deuda externa neta agregada suma una cifra negativa de US$ 2,8 billones para 2010”. De allí se concluye que, si a ello se suman los recursos desviados al sistema offshore, estos países supuestamente endeudados, “no tienen nada de deudores: son prestamistas netos, del tenor de $10,1 a $13,1 billones”.
El problema, sin embargo, es que “los activos de estos países están en manos de un pequeño número de individuos ricos mientras que las deudas recaen en la gente ordinaria de estos países a través de sus gobiernos”.
La pérdida en términos tributarios es también enorme: teniendo en cuenta las ganancias no declaradas que han generado estas inversiones offshore desde 1970, la pérdida en los últimos 40 años podría alcanzar alrededor de US$ 3,7 billones, estima el estudio.
El TJN -red internacional dedicada a la justicia tributaria, con sede en el Reino Unido- desarrolló una metodología nueva para hacer estos cálculos, que estima mucho más verídica que los métodos que han utilizado tradicionalmente las instituciones financieras internacionales. Por lo mismo, expresa una fuerte crítica a estos organismos, pues, “han prestado una mínima atención a este ‘agujero negro’ de la economía global”, siendo que ellos “tienen un acceso fácil no solo a los recursos analíticos, sino también a muchos de los datos primarios que se requieren para cuantificar con más precisión las dimensiones de este problema”.  Y pregunta: “¿Por qué se hacen la vista gorda?”
La pérdida para los países en desarrollo es aún mayor, si a ello le sumamos el hecho que la mayoría de acuerdos de inversión extranjera –incluidos los TLCs- se acompañan de acuerdos de doble imposición.  Estos acuerdos generalmente prevén que los inversionistas extranjeros puedan tributar en su país de origen, y no en el país que les provee los recursos, mano de obra, servicios, etc. con los cuales realizan sus ganancias.  Muchas veces, mediante subterfugios como la subfacturación de exportaciones o la sobrefacturación de importaciones, estas empresas terminan sin pagar en ninguno de los dos países: o sea, se produce una doble evasión, y estas rentas se desvían hacia los paraísos fiscales.
Cambiar los esquemas de negociación
Una cosa es reconocer el problema pero otro es lo que los países latinoamericanos puedan hacer para comenzar a solucionarlo.  En entrevista con ALAI, David Spencer, abogado norteamericano especializado en legislación financiera y asesor de TJN, opina que una mayor colaboración entre gobiernos de la región podría mejorar su capacidad de negociación.  Considera que UNASUR, por ejemplo, podría intensificar esfuerzos en este sentido.  A la vez, le llama la atención la escasa colaboración que se da en el seno de grupos como el G77, para abordar este tema ante las instancias correspondientes de la ONU.  Una de las soluciones que sugiere Spencer es insistir que los centros financieros provean información a otros países sobre los activos que sus residentes mantienen en su sistema financiero.

El abogado reconoce, sin embargo, que existe una fuerte resistencia de las economías avanzadas para abordar el tema con seriedad, pues ellas “se benefician enormemente de este flujo de capitales hacia sus instituciones financieras: del City Bank en Nueva York a City Bank Cayman Islands; o del Morgan Bank a Morgan Panamá, por ejemplo.  Estas instituciones financieras dependen fuertemente de los depósitos de latinoamericanos ricos, y no quieren detener el flujo de fondos”; hecho que se traduce en presiones sobre sus gobiernos para que las cosas no cambien.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que agrupa a las principales economías desarrolladas) en principio ha expresado preocupación por esta fuga de capitales; pero poco ha hecho para impedirla.  Spencer reconoce que la OCDE estableció una especie de "lista negra" de 40 países considerados paraísos fiscales, pero puso como requisito para que un país sea borrado de la lista, que firme al menos 12 acuerdos de intercambio de información.  Lo que hicieron estos paraísos fiscales fue firmar acuerdos entre ellos, y así casi todos salieron de la lista, sin que nada haya cambiado.
Spencer señala que una puerta de negociación posible es el hecho que a EEUU, por ejemplo, también le interesa obtener información tributaria sobre sus residentes con activos en América Latina.  Entonces esto hace posible establecer acuerdos de intercambio de información fiscal.  En cambio resulta mucho más complejo hacerlo con los paraísos fiscales, donde no se aplican las mismas reglas.  Y de hecho, gran parte de los fondos regionales sustraídos se encuentran en países como las Islas Caimán, Bermuda, Bahamas, las Islas Vírgenes Británicas o Panamá.
Para TJN, la búsqueda de soluciones como éstas a la fuga de capitales y la evasión fiscal debería constar entre las primeras prioridades de las políticas mundiales de reducción de la pobreza.
- Sally Burch, periodista, es integrante de ALAI.
(1) James S. Henry, The Price of Off-shore Revisited, Tax Justice Network, Julio 2012.  http://tjn-usa.org/storage/documents/Price_of_Offshore_Revisited_72612.docx


 http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=658514

Exigen información “relevante” y pasada

“Uruguay debería asegurar que toda la información bancaria relevante pueda ser accesible para el intercambio de información, independientemente del período al que la información se refiera, para asegurar de que pueden dar efecto total a sus acuerdos de intercambio”, expresa la “recomendación” lo que lisa y llanamente significa dejar atrás ley aprobada por el Parlamento uruguayo que flexibilizó el secreto bancario.
La norma nacional “será de aplicación para ejercicios iniciados a partir del 1º de enero de 2011” según el texto.
OCDE entiende que al no haber “habido nuevos avances en Uruguay en lo que respecta a este punto” (la información bancaria anterior a 2011) “la recomendación permanece incambiada”.
Finalmente el gobierno respondió estar “analizando esta recomendación particular”, según consta en los comentarios anexados al nuevo reporte del Foro, según publica el diario El País.




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Obreros rurales de Paysandú otra vez en Montevideo


CARTA ABIERTA A JOSÉ MUJICA

Montevideo, 31 de octubre de 2012.-

Sr. Presidente,
Don José Mujica,
PRESENTE:
  
Hemos vuelto a la capital porque no nos resignamos a vivir sin trabajar y no deseamos que nuestros gurises interpreten que su futuro sea la mendicidad o la delincuencia.
Mucho tiempo después de que Ud. luchara para que no hubiera más salarios miserables y patronales que despidieran por sindicalizarse, en Paysandú hay todavía listas negras con los nombres y los apellidos de las obreras y los obreros de la naranja y el arándano que no hemos aceptado ni rebajas salariales ni empeoramiento de condiciones laborales ya de por sí como de la época de la esclavitud.
Fuimos declarados poco menos que delincuentes y forajidos
Nadie de los que fuimos dejados en la calle por la empresa Forbel SA volverá a pisar las plantaciones del departamento por el resto de nuestras vidas. Lo comprobamos diariamente y quedamos sorprendidos por el poder que tiene Forbel SA como para que nadie más nos dé trabajo, ni siquiera las tercerizadoras y al menos en época de zafra.
Podrá imaginarse cómo la estamos pasando con un seguro de paro de $ 2.500 por mes con el que apenas podemos comprarle a los hijos el pan y la leche diarios.
No nos avergüenza decirlo: estamos desesperados, y la verdad es que hay que tener mucho orgullo obrero y mucha paciencia para no terminar mandándonos algún disparate.

Hemos vuelto a la capital para que Ud., esta vez sí, nos atienda, teniendo muy presente lo que recientemente nos dijo en Paysandú, al pasar, cuando nos acercamos a Ud. en la calle y Ud. interpretó que íbamos a pedirle un favor especial o no sabemos qué, y nos dijo: “Pídanme trabajo, muchachos, pídanme trabajo”.
Le dijimos: “Eso es lo que queremos: trabajar. Eso es lo que queremos las 180 familias perseguidas por Forbel SA”. Y Ud. nos dijo que ahí no podía hacer nada, pero que sí iba a haber mucho trabajo en las obras de ANCAP que están por hacerse en Paysandú.
Nosotros somos obreras y obreros de la naranja y lógicamente seguimos reivindicando nuestros puestos de trabajo en Forbel SA, pero hemos trabajado en mil oficios más obligados por las circunstancias de un departamento en el que no hay muchas opciones laborales.
No le tenemos miedo a ningún trabajo honrado en el que se nos respete en nuestros derechos y con el que podamos seguir manteniendo honradamente a nuestras familias.

Hemos venido a Montevideo otra vez, sacrificando parte de ese seguro de paro que no nos resuelve nada más que el pan y la leche de la gurisada.
Hemos vuelto con la firme determinación de regresar a Paysandú para poder decirle a los gurises que no seguirán pasando hambre porque hemos conseguido ese trabajo que es lo único de lo que queremos vivir, y no de la caridad pública o la delincuencia.
Estaremos a la espera de que Ud. nos reciba para que finalmente se haga justicia, con empleos para la obra de ANCAP o con cualquier otro trabajo digno, con cualquier alternativa que nos reconozca como gente de bien y no como forajidos.
No estamos reclamando nada que sea un privilegio o un favor especial, y tenemos la esperanza de que sus palabras dichas en Paysandú, se concreten lo más rápidamente posible, porque, le repetimos, nuestra situación es desesperante gracias a haber pretendido cincuenta años después detener los mismos atropellos contra los que Ud. luchó sufriendo la cárcel, la tortura y la calificación de delincuente y forajido.

No somos gente que espere vientos fuertes para no ir a trabajar; somos obreras y obreros acosados y castigados por poderes más poderosos que los temporales y los ciclones, que se apoderan de lo nuestro y que nos manosean como si todavía viviéramos en plena esclavitud, sin que haiga autoridades que los frenen y los hagan cumplir con la ley y el respeto por los únicos de los que se puede esperar un “Uruguay productivo”.
Somos sencillamente gente de trabajo que no conocemos ni queremos otro modo de vida que no sea justamente el que reclamamos y el que Ud. permanentemente insiste en señalar como lo que necesita este país para no vivir en la miseria y la inseguridad.

Estamos a sus órdenes, instalados en un sindicato hermano que nos ha brindado fraternalmente su local para que aguardemos soluciones concretas a nuestra situación antes de volver a nuestra querida y sufrida Paysandú adueñada por los que no viven del trabajo propio.

Por OSDOR (Organización Sindical de Obrer@s Rurales) / Paysandú / PIT-CNT:

Luis Suárez / Leonardo Pestaña / Franco Stagi




El templo de la Costa de Oro


Contemplarlo desde cualquier punto cardinal es impresionante, ingente, arrogante, majestuosamente se erige por encima de la ruta principal.
Es la presentación al Este, al mundo del derroche, del consumismo, del sueño ordinario, una perdición, de decadencia irresistible.
Divide al Romanticismo antagónicamente, presentando el egocentrismo individualista en su máxima expresión a lo europeo.
Aquí, en el mundo de la Angostura, que fue el universo de la igualdad, la diversidad y la libertad, que experimento el sentimiento de hombres y mujeres por la vida, por la naturaleza, que se consumió en emociones y dolores de ideales libertarios fundidos en el amor.
Por ser la esencia del arte moderno, el Romanticismo, tiene tendencia revolucionaria, rompe con el orden del mundo heredado y se opone a un lineamiento de valores para defender la libertad autentica.
El arte rechaza ser parte, una pieza más de este engranaje egoísta, espejo del capital comercial, financiero, globalizante, excluyente….




Paradoja, este monstruo erecto en sus pies de cemento y acero contempla pasar, rozando sus genitales, bendiciéndolos, enlatados a alta velocidad, seres humanos en busca de “felicidad”, de naturaleza pura, lejos de los cuida coches, malabaristas, a la ida y a la vuelta.
Es la máxima expresión de ostentación de la concentración comercial y bancaria, el shopping de jóvenes estilizados, uniformados, corteses, en retiros espirituales, envueltos en fragancias de aerosol, con la consigna de vender mercaderías inútiles, haciendo sentir felices e importante al consumidor.
El shopping lugar seguro, lejos de arrebatos, de infelices, y mugrientos, cerca de comida chatarra, del burócrata, del progresismo, del alienado…
El shopping donde la mayoría mira, con la ñata contra el vidrio, artículos inalcanzables, alimentando, estimulando los pensamientos e instintos más crueles del individuo.
El shopping donde las suciedades se descargan al lago, que otrora era reservorio de tarariras, fauna y flora, disfrute de los residentes.
El Shopping, un consolador para justificar el hacer, del burócrata, del oportunista, del político que se cree imprescindible, elegido e iluminado,
El shopping de los ganadores: la oligarquía comercial importadora aliada al imperio de turno, (España Inglaterra también Potugal y ahora son los Yanquis…Daniel Viglieti) y los perdedores se perdieron de construir plazas, que incluyan e integren a los barrios, recreando lugar para la cultura, el deporte, se perdieron de ganarse el reconocimiento, el afecto, el respecto y la confianza. Perdieron de iniciar un camino nuevo, dar una señal, y los vecinos perderemos pagando la mole, por que es quimera eso de “los inversionistas”.
El shopping, digo el Templo del capitalismo gobalizador.

El Peli

martes, 30 de octubre de 2012

Hechos y mitos de los gobiernos progresistas


Plínio de Arruda Sampaio Júnior
Correio da Cidadania
 La comprensión de la realidad brasileña requiere el esfuerzo crítico de contrastar la apariencia de los fenómenos y la forma como son interpretados por el sentido común con su esencia más profunda, definida por el sentimiento de transformaciones inscriptas en el movimiento histórico. Tal contraste revelará el abismo existente entre el mito de que Brasil vive una fase de desarrollo -liderado por un gobierno de izquierda que habría creado condiciones para combinar crecimiento, combate a las desigualdades sociales y soberanía nacional-, y la dramática realidad de una sociedad impotente para enfrentar las fuerzas externas e internas que la someten a los terribles efectos del desarrollo desigual y combinado en tiempos de crisis económica del sistema capitalista mundial.

La noción de que la economía brasilera vive un momento impar de su historia se apoya en diversos elementos de la realidad. Al final, luego de dos décadas de estancamiento, entre 2003 y 2011, la renta per cápita de los brasileros creció a una tasa media de 2,8% al año. En ese período, el país manutuvo la inflación bajo control y, salvo la turbulencia del último trimestre de 2008, en el ápice de la crisis internacional, no sufrió ninguna amenaza de estrangulamiento cambiario. Desde la segunda mitad de la primera década del milenio, el volumen de las divisas internacionales supera el stock de deuda externa con los bancos internacionales, configurando una situación en la cual el Brasil aparece como acreedor internacional, dando la impresión de que, finalmente, los problemas crónicos con la cuentas externas habrían sido superados. La población sintió los efectos de la nueva coyuntura de manera palpable. Después de décadas demanda deprimida, el aumento de la masa salarial y el acceso al crédito provocaron una corrida del consumo. El gobierno calcula que el número de empleos generados en el período Lula (2003-2010) superó los 14 millones. Asociando grandes negocios, crecimiento económico, aumento del empleo y modernización de los patrones de consumo a la noción de desarrollo, la nueva coyuntura es presentada como demostración inequívoca de que Brasil habría, finalmente, creado las condiciones para un desarrollo capitalista autosustentable.




También la idea de que el crecimiento económico habría mejorado la desigualdad social encuentra cierto respaldo en los hechos. Después de décadas de absoluto inmovilismo, el índice Gini, que mide el grado de concentración personal de renta, disminuyó un poco en el gobierno Lula; y la distancia entre la renta media del 10% más pobre y la del 10% más rico del país fue reducida, de 57 veces en 2002 a 39 veces en 2010. Las autoridades se vanaglorian de que, en ese período, más de 20 millones de brasileros habrán dejado la pobreza. Tales hechos llevaron a la presidenta Dilma a pavonearse de que Brasil se había transformado en un país de "clase media". Además de la consecuencia directa de la retomada del crecimiento, la mejoría en los indicadores sociales es asociada: a la política de recuperación en 60% en el valor del salario mínimo entre 2003-2010 -tendencia que ya había comenzado en el gobierno conservador de Fernando Henrique Cardoso-; a la ampliación de la cobertura de previsión social para los trabajadores rurales -conquista de la Constitución de 1988; y a la política social del gobierno federal, especialmente la Bolsa Familia, programa de transferencia de renta hacia la población más pobre, que en 2010 atendía a cerca de 13 millones de familias.

 Desigualdades

Finalmente, el sentimiento relativamente generalizado, en Brasil y en el exterior, de que el país habría adquirido mayor relevancia en el escenario internacional también se apoya en hechos concretos, tales como: el fracaso del ALCA (en parte debido a la resistencia del gobierno brasilero); el peso de Brasil en el Mercosur; el papel moderador del país en las escaramuzas de América del Sur; a la participación del país en el restringido grupo del G-20, que reúne a las principales economías del mundo; a la formación del foro que reúne a los llamados BRICs -Brasil, Rusia, India y China- , que congrega a las mayores economías emergentes, como supuesto contrapunto al G-5 -el foro de las potencias imperialistas. La elección de Brasil para sede de dos grandes mega-eventos -la Copa del Mundo de 2014 y las Olimpíadas de 2016- sería la prueba material del gran prestigio de Brasil.

Por más convincentes que los hechos enunciados parezcan, el método de resaltar los aspectos positivos y esconder los negativos ofrece una visión parcial y distorsionada de la realidad. Marcando arbitrariamente los elementos puestos en evidencia y ocultando los que no conviene colocar a la luz, la apología del orden distorsiona la comprensión del verdadero significado del patrón de acumulación que impulsa la economía brasilera, suprimiendo las contradicciones que germinan en sus entrañas. El mito de que Brasil estaría viviendo una fase que abriría la posibilidad de superación de la pobreza y la dependencia externa, simplemente ignora la fragilidad de las bases que sustentan el ciclo expansivo de los últimos años y su efecto perverso de reforzar la doble articulación responsable por el carácter salvaje del capitalismo brasilero: el control del capital internacional sobre la economía nacional y la segregación social como base de la sociedad brasilera. Algunos hechos son suficientes para dejar patente la verdadera naturaleza del modelo económico brasilero.

Escalera en la favela


El crecimiento de la economía brasilera entre 2003 y 2011 no tuvo nada de excepcional -apenas 3,6% al año-, muy por debajo de lo que sería necesario para absorber el aumento vegetativo de la fuerza de trabajo -estimado en cerca de 5% al año-, y apenas por encima del crecimiento medio de la economía latinoamericana. La expansión fue determinada por la configuración de una coyuntura internacional sui generis, que permitió a Brasil "surfear" en la burbuja especulativa generada por la política de administración de la crisis de los gobiernos de las economías centrales. De hecho, el crecimiento fue empujado por el aumento de las exportaciones, impulsado por la elevación de los precios de los mercancías, y por la relativa recuperación del mercado interno, lo que sólo fue posible porque la abundancia de liquidez internacional creó la posibilidad de una política económica un poco menos restrictiva. En tanto, la coyuntura más favorable no fue aprovechada para una recuperación de las inversiones -basada en el crecimiento endógeno. En ese período, la media de la tasa de inversión quedó abajo del 17% del PIB -apenas por encima de la verificada en los ocho años del gobierno anterior y muy por abajo del nivel histórico de la economía brasilera entre 1970 y 1990.

 Grito dos excluídos

La nueva rodada de modernización de los padrones de consumo solamente alcanzó a una reducida parcela de la población y, mismo así, en su mayoría, con productos superfluos de bajísima calidad. No podría ser diferente, pues, así como una persona pobre no dispone de condiciones materiales para reproducir el gasto de una persona rica, la diferencia de por lo menos cinco veces en la renta per capita brasilera en relación a la renta per capita de las economías centrales no permite que el estilo de vida de las sociedades afluentes sea generalizado para el conjunto de la población. Para las camadas populares incorporadas al mercado consumidor el costo fue altísimo y será pagado con grandes sacrificios en algún momento futuro. No es necesario ser un genio en matemática financiera para percibir que la carrera de las familias pobres a las compras no es sustentable. El cobro de tasas de interés reales verdaderamente escandalosas, en total asimetría con la evolución de los salarios reales, implica una verdadera servidumbre por deuda, caracterizada por el creciente peso de los intereses y amortizaciones en la renta familiar. El aumento artificial de la propensión a consumir de las familias es un problema macroeconómico grave. Cuando la "burbuja especulativa" estalle, no apenas las presiones tienden a ser potencializadas, sino que el creciente endeudamiento de las familias pobres se convierte en una grave crisis bancaria.

 El capitalismo no es sustentable

La subordinación del padrón de acumulación a la lógica de los negocios del capital internacional ha provocado un proceso de especialización regresiva de la economía brasilera en la división internacional del trabajo. La revitalización del agro-negocio como fuerza motriz del padrón de acumulación refuerza el papel estratégico del latifundio. La importancia creciente del extractivismo mineral, potenciada por el descubrimiento de petróleo en la capa pre-sal, intensifica la explotación predatoria de las ventajas competitivas naturales del territorio brasilero. En fin, la falta de competitividad dinámica (basada en innovaciones) para enfrentar las economías desarrolladas así como la insuficiente competitividad espúrea (basada en el salario bajo) para hacer frente a las economía asiáticas, llevan a un proceso irreversible de desindustrialización.

La regresión en las fuerzas productivas viene acompañada de la progresiva pérdida de autonomía de los centros internos de decisión sobre el proceso de acumulación. La exposición de Brasil a las operaciones especulativas del capital internacional es aumentando, de manera aterradora, su vulnerabilidad externa. La trayectoria explosiva del pasivo externo, compuesto por deuda externa con bancos internacionales y por el stock de inversiones extranjeras en Brasil, evidencia la absoluta falta de sustentabilidad de un padrón de financiamiento de la balanza de pagos que, para no entrar en colapso, depende de la creciente entrada de capital internacional. La magnitud del problema puede ser aquilatada por la dimensión del pasivo externo financiero líquido -que contempla apenas recursos de extranjeros de altísima liquidez prontos para dejar el país, ya descontadas las reservas cambiarias-, de US$ 542 billones a finales de 2011. Ante eso, está siempre la inaceptable amenaza de que, cuando el sentido del flujo de capitales externos se haya invertido, todo lo que hoy parece sólido, mañana se desvanecerá en el aire, haciendo que, de una hora a otra, los empleos generados desaparecen, el número de pobres vuelva a crecer y el país vuelva a adoptar draconianos programas de ajuste estructural impuestos por los organismos financieros internacionales.

Martinho da Vila Pra que dinheiro e Pequeno Burgues



El sustrato del modelo económico brasilero reposa, en última instancia, en la creciente explotación del trabajo -la verdadera gallina de los huevos de oro del capitalismo brasilero. La fenomenal brecha entre las ganancias de productividad del trabajo y la evolución de los salarios pone en evidencia que, incluso en una coyuntura relativamente favorable, el progreso no benefició a los trabajadores. No es tonta, la propaganda oficial omite el hecho de que, al final del gobierno Lula, el salario medio de los ocupados permanecía prácticamente estancado en el nivel de 1995. La perversidad del padrón de acumulación en curso queda patente cuando se toma en consideración la distancia de casi cuatro veces entre el salario mínimo efectivamente pagado a los trabajadores y el salario mínimo estipulado por la Constitución brasilera calculado por el Dieese (Departamento Intersindical de Estatística e Estudos Socioeconômicos).

Puesto en perspectiva histórica, los gobiernos progresistas profundizaron el proceso de flexibilización y precarización de las relaciones de trabajo. En los años de Lula, la jornada media del trabajador brasilero fue de 44 horas, elevándose una hora en relación a la media de los ocho años anteriores. La situación más favorable de la economía tampoco impidió que la rotatividad del trabajo continuase en elevación, ni significó una reversión de la informalidad en que se encuentra la mitad de los ocupados. El aumento del empleo también vino acompañado de una profundización del proceso de deterioro de la calidad de los vínculos contractuales de los trabajadores con las empresas, con la diseminación de formas espúreas de subcontratación. Se calcula que un 1/3 de los empleos generados en el período fueron para trabajadores tercerizados, hoy, más de 10 millones de puestos de trabajo, esto es, casi 1/5 del total de empleados. Finalmente, cabe resaltar la complacencia en relación al trabajo infantil. Al final de la primera década del siglo XXI, este trabajo continuó afectando cerca de 1,4 millón de niños brasileros -contingente equivalente a la población total de Trinidad Tobago.

 Precarización del trabajo

La visión apologética de que los gobiernos de Lula y Dilma están empeñados en el combate a las desigualdades sociales, no toma en cuenta la relación de causalidad -hace décadas develada por el pensamiento crítico latinoamericano- entre: mimetismo de los padrones de consumo de las economías centrales, desempleo estructural y tendencia a la concentración de la renta -fenómenos típicos del capitalismo dependiente. En realidad, las tendencias estructurales responsables por la perpetuación de la pobreza y de la desigualdad social no fueron alteradas. Incluso con la expresiva ampliación de los empleos, aproximadamente 40% de la fuerza de trabajo brasilera todavía permanece desempleada o subempleada, esto es, sin renta de trabajo o con trabajo que remunera menos de un salario mínimo. En esas condiciones, no sorprende que la concentración funcional de la renta, que mide la división de la renta entre salario y lucro, haya permanecido prácticamente inalterada durante el gobierno Lula en uno de los peores niveles del mundo. La pequeña mejoría en la distribución personal de la renta (que mide la repartición de la masa salarial), apuntada como prueba cabal del proceso de "inclusión" social, en realidad apenas registra una ligera disminución en el grado de concentración de los salarios, reduciendo la distancia entre la renta de la mano de obra calificada y de la no calificada. La persistencia de stock de pobres del orden de 30 millones de brasileros -contingente superior a la población de Perú y cuatro veces más que los habitantes de El Salvador- revela el total disparate de imaginar a Brasil un país de "clase media", todavía más cuando se tiene en consideración que el fin del ciclo expansivo hará que la "clase media" recorra el camino de vuelta hacia la pobreza.

El Banco Mundial


La noción de que los gobiernos progresistas representan un cambio cualitativo en las políticas sociales no sintoniza con las prioridades manifestadas en la composición de los gastos públicos. Convertidos a la filosofía de la política compensatoria del Banco Mundial, Lula y Dilma pasaron a actuar sobre los efectos de los problemas sociales y no sobre las causas, contentándose en aliviar el sufrimiento del pueblo, dentro de las limitadísimas posibilidades presupuestarias de una política macroeconómica pautada por la obsesión en preservar el ajuste fiscal permanente. La evolución en la composición del gasto social del gobierno federal entre 1995 y 2010 comprueba que no hubo cambios relevantes en la política social de Lula en relación a su antecesor. En los principales rubros de gastos, como por ejemplo salud, educación, la participación relativa de los gastos sociales del gobierno federal en el PIB permaneció prácticamente inalterada. Existen dos excepciones. La primera respecto a los gastos de Previsión Social, cuyo aumento, como ya mencionamos, debe ser atribuido básicamente a los efectos de la Constitución de 1988. La segunda se refiere a los programas asistenciales que recibieron un aumento de recursos del orden de 1% del PIB, más del doble de la proporción destinada por el gobierno anterior. Mismo así, es un volumen insignificante cuando se lo compara con los recursos transferidos a los acreedores de la deuda pública -menos de 1/3 del superávit primario y menos de 1/6 del total de gastos del sector público con el pago de intereses (los cuales, entre 2003 y 2010, quedaron en torno de 3,4% del PIB al año). En realidad, lo que marca la política social de la era Lula, como la de Fernando Henrique Cardoso y sus antecesores, es el absoluto inmovilismo para superar la enorme distancia entre los recursos necesarios para suplir las carencias de las políticas sociales y la disponibilidad efectiva de los recursos para financiarlos.

Incluso la política externa, presentada por algunos como el frente más osado de la administración petista, disimula mal el sometimiento a los cánones del orden global y a las exigencias del imperio norteamericano. En la búsqueda desesperada por nuevos mercados y por capitales extranjeros, la Presidencia de la República fue instrumentalizada para vender al Brasil como si fuese mercancías por el mundo. También fue hartamente utilizada, principalmente en América Latina y África, como representante especial de grandes grupos empresariales, básicamente constructoras y bancos, en busca de nuevos mercados en las franjas periféricas del sistema capitalista mundial. El discreto y vacilante apoyo a Chávez, la mayor aproximación con Cuba, los flirteos con el mundo árabe y la búsqueda de una relación económica con India, Rusia y China, responden a los intereses comerciales concretos y no deben generar ningún tipo de ilusión en relación a la articulación de alternativas que signifiquen un desafío al orden global. En los foros internacionales, Lula y Dilma se transformaron en verdaderos paladines del liberalismo. Sus intervención se restringen a reclamar coherencia neoliberal de los gobiernos de los países ricos -felizmente, sin ninguna consecuencia práctica. Entre bastidores, la diplomacia brasilera renuncia a los principios a cambio de un eventual asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El caso más vergonzoso fue el envío de tropas a Haití para cumplir el patético papel de gendarme del intervencionismo norteamericano, protegiendo a un gobierno ilegítimo, corrupto y violento.

 Pinherinho resiste con palos

Hasta en el plano ideológico los gobiernos de Lula y Dilma permanecieron perfectamente encuadrados en el ideario del neoliberalismo. La agenda neoliberal ganó nueva credibilidad en el discurso y en la práctica de los dirigentes que tenían un pasado vinculado a las luchas sociales, reforzando todavía más los valores y el padrón de sociabilidad neoliberal. Al tomar como un hecho consumado las exigencias del orden, los líderes políticos que deberían iniciar un proceso de transformación social acabaron colaborando en el reforzamiento de la alienación del pueblo en relación a la naturaleza de sus problemas -la dependencia externa y la desigualdad social-, así como las reales alternativas para su solución -la lucha por la transformación social. No puede extrañar el reflujo del movimiento de masas y el proceso de desorganización y fragmentación que golpeó, sin excepción, a todas las organizaciones populares.



Vistas en perspectiva histórica, las semejanzas entres los gobiernos progresistas y los conservadores son mucho mayores de que las diferencias. Dilma, Lula, Fernando Henrique Cardoso, Itamar Franco y Collor de Mello, hacen parte de la misma familia -el neoliberalismo-, cada uno es responsable de un determinado momento de ajuste en Brasil a los imperativos del orden global. En una sociedad sujeta a un proceso de reversión neocolonial, la distancia entre la izquierda y la derecha del orden es pequeña, porque el radio de maniobra de la burguesía es mínimo. El grado de libertad se reduce, básicamente, a las siguientes opciones: mayor o menor crecimiento, en un padrón de acumulación que no da margen para la expansión sustentable del mercado interno; mayor o menor concentración de la renta, dentro de los límites de una sociedad marcada por la segregación social; mayor o menor participación del Estado en la economía, dentro de un esquema que impide cualquier posibilidad de políticas públicas universales; mayor o menor dependencia externa, dentro de un tipo de inserción en la economía mundial que coloca al país a remolque del capital internacional; y, como consecuencia, mayor o menor represión a las luchas sociales, dentro de un régimen de "democracia restringida", bajo control absoluto de una plutocracia que no tolera la emergencia del pueblo como sujeto histórico -sea por el recurso del aplastamiento, que caracteriza a los gobiernos a la derecha del orden; sea por el recurso de la cooptación, como hacen los gobiernos que se posicionan a la izquierda del orden.

Pueblo en lucha

En suma, la modesta prosperidad material de los últimos años, que llevó a una parcela de la población brasilera a tener acceso a bienes de consumo conspicuo de última generación, es efímera y nociva. La euforia que alimenta la ilusión de un neo-desarrollismo brasilero es insustentable. Al socavar las bases materiales, sociales, políticas y culturales del Estado nacional, "progresistas" y "conservadores" son responsables, cada uno a su manera, por el proceso de reversión neocolonial que compromete irremediablemente la capacidad de la sociedad brasilera para enfrentar sus desafíos históricos y controlar su destino, de modo de definir el ritmo y la intensidad del desarrollo en función de las necesidades del pueblo y de las posibilidades de su economía.

* Plínio de Arruda Sampaio Júnior es profesor del Instituto de Economía de la Universidad Estadual de Campinas - IE/UNICAMP y miembro del consejo editorial de Correio da Cidadania.
Correio da Cidadania: www.correiocidadania.com.br
Traducción de Ernesto Herrera para Correspondencia de Prensa

Distribución del ingreso



Trabajo de Joaquín Etchevers, Economista, Contador, Prof. Universitario, Integrante de la Red de Economistas de Izquierda de Uruguay -REDIU-
"Distribución del Ingreso; Comentario de algunos indicadores -2005/2010-. Joaquín Etchevers. Octubre 2012"
Distribucion Del Ingreso, Algunos Indicadores








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El tren de los pueblos pobres


29.10.2012
Ferroviarios denuncian descarrilamientos

Dos trenes descarrilaron en los últimos días a causa del mal estado de las vías en el interior del país, denunció este lunes la Unión Ferroviaria. El dirigente Ricardo Cajigas dijo a Montevideo Portal que es probable que haya más accidentes por la falta de mantenimiento y que el gobierno "quiere repetir en AFE lo de Pluna". 


El descarrilamiento de dos trenes en los últimos días es la demostración de que las vías férreas en el país "están colapsando", denunció este lunes la Unión Ferroviaria a través de un comunicado. Los trabajadores aseguran que habrá más accidentes en el futuro, producto de la falta de mantenimiento de las vías.
Desde la UF informaron que los dos siniestros se produjeron en las localidades de Fray Marcos, en Florida, y en Zapicán, en el departamento de Lavalleja, aunque ambos fueron sobre la misma vía. Uno de los accidentes, además, provocó el destrozo de 360 metros de vía.

En diálogo con Montevideo Portal, el secretario general de la UF Ricardo Cajigas valoró que no se haya dañado la integridad física de los trabajadores ni de otras personas, aunque aseguró que si no hubo más accidentes o lesionados fue por la "pericia" de los maquinistas. "Los trabajadores saben que cuando se acercan a un centro poblado tienen que disminuir la velocidad para evitar descarrilamientos", explicó el dirigente.



Que los vagones se salgan de sus carriles de forma más frecuente es consecuencia, según los trabajadores, del mal estado tanto de las vías como de los vagones utilizados. Cajigas explicó que ambos "son muy viejos y les falta mucho mantenimiento", agregando que en la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) "no hay respuestas ni personal suficiente para hacerlo". De hecho, el trabajador sostuvo que las reparaciones siguen haciéndose con herramientas traídas al país en la década del 70 y que "hace mucho tiempo que no toma personal para mantenimiento".
Si bien los dos descarrilamientos ocurridos recientemente se dieron en zonas rurales, Cajigas reconoció que se han producido en estaciones, como Peñarol o Lorenzo Carnelli, aunque sus efectos fueron mitigados por el personal presente en el lugar.
Cajigas explicó además que la única precaución que los maquinistas pueden tomar para evitar accidentes es "no sobrepasar los límites de velocidad que marcan los inspectores", en las zonas que pobladas o más riesgosas. Sin embargo, reconoció que en algunos puntos los trabajadores se ven obligados a traspasar los límites porque "de lo contrario deberíamos parar los trenes".


En efecto, el dirigente señaló que los inspectores de AFE determinan la velocidad máxima en cada tramo de vía según el estado de los durmientes. En algunas zonas del país, la velocidad máxima terminó siendo de 0 kilómetros por hora, dadas las condiciones en que se encontraba el camino.
El problema de las vías es para los trabajadores una muestra clara de la falta de inversión en el sector de la que el Poder Ejecutivo es responsable. Por ese motivo, la Unión Ferroviaria aprovecha el "colapso" para recordar su rechazo al proyecto de reforma de la empresa, que traslada al derecho privado la operación ferroviaria, dado que para los trabajadores el Estado debería hacerse cargo por sí solo del mantenimiento y operación del transporte ferroviario.
"Los ministerios de Transporte y de Economía están esperando que venga un inversor privado a arreglar las vías y eso no sucede en ningún lugar del mundo", cuestionó Cajigas, agregando que "quieren repetir en AFE lo que pasó con Pluna".
En las condiciones actuales, los trabajadores sostienen que AFE "ya dejó de ser en Cuidados Intermedios para pasar al CTI".
Montevideo Portal

lunes, 29 de octubre de 2012

Riqueza uruguaya por un tubo


Leads y prospectos = Los lead son potenciales clientes que han accedido a través de diferentes vías, generalmente se denominan de esta forma a los que han accedido y han enviado una petición de información a través de formularios o mediante cualquier otra sistema. En un futuro si la relación interactiva se mantiene tiene altas posibilidades de convertirse en cliente.

Las concesiones
Todos en el mismo barco 

Palabras del Director de ANCAP Carlos Camy.

Expresamos también nuestra satisfacción porque aquí en Río estamos culminando las actividades que iniciamos en el mes de setiembre, y que sumado a las realizadas en Houston y Londres, nos permiten afirmar que más de 40 empresas petroleras de primer nivel han expresado su interés en esta convocatoria.

También hemos concluido estas reuniones con las expresiones de interés, manifestadas en la venta de información sísmica por más de 11 millones de dólares.
Señoras y señores, sepan que a esto sumamos que el Uruguay es un país con una larga tradición democrática, con un Estado de Derecho en plena vigencia, económica y socialmente estable, con un medio ambiente sano y con oportunidades para la inversión.

El sistema político nacional ha definido como política de Estado el proyecto de exploración de hidrocarburos en el offshore de la Republica Oriental del Uruguay. Si me permiten, y para ser más elocuente, quien representa el directorio de la Empresa Estatal más importante del país ante ustedes en el día de hoy, pertenece al principal partido de la oposición. Venimos a decirles que estamos todos en el mismo barco.


Con rotundo éxito cierra la Ronda Uruguay II
Al cierre de la Ronda Uruguay II el 29 de marzo de 2012, ANCAP recibió 19 ofertas para la exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma marítima uruguaya en 8 de los 15 bloques ofertados, provenientes de 9 empresas petroleras (tanto en forma individual como en consorcio). En 5 de los bloques se presentó competencia entre 3 o más empresas. Más del 50% del área ofrecida contará con trabajo de exploración, a cargo de 4 nuevas empresas que se suman a Petrobras, YPF y GALP en la exploración en la plataforma marítima: las británicas BG y BP, la francesa Total y la irlandesa Tullow Oil.
Tras dos años de trabajo en los que se realizaron presentaciones de promoción del proceso de licitación en los principales centros petroleros mundiales, y se participó en varios eventos internacionales de la industria, concluyó la Ronda Uruguay II, liderada por ANCAP, con el fin de promover las inversiones en exploración y producción de hidrocarburos en las tres cuencas marinas uruguayas: Oriental del Plata, Punta del Este y Pelotas.
Las empresas ganadoras realizarán trabajos de exploración en las tres cuencas petrolíferas del offshore uruguayo. De las 11 empresas habilitadas para participar en el proceso de licitación, 9 se presentaron a participar en la Ronda (Tullow Oil, Total, BP, BG, YPF, Murphy Oil, CEPSA, ExxonMobil y Shell) en forma individual o por consorcio. Luego de evaluar a fondo las propuestas presentadas, previa autorización del Poder Ejecutivo, ANCAP adjudicará contractualmente los bloques a las empresas ganadoras a setiembre de 2012 como plazo máximo. Las empresas con mayor puntuación en sus ofertas técnicas para cada bloque son las siguientes:




En resumen, habrá un incremento significativo en cantidad y calidad del conocimiento geológico de las cuencas petrolíferas marinas, expresadas en compromisos de trabajo para 1 pozo exploratorio, 33.240 km2 de sísmica 3D, 13.080 km2 de electromagnetismo 3D, 3.000 km de sísmica 2D para los primeros tres años de exploración. Las unidades de trabajo de las ofertas ganadoras han sido valorizado en 1.561,96 millones de dólares.
El Presidente de ANCAP, Lic. Raúl Sendic manifestó que “esto implica un volumen de inversión enorme por parte de las empresas oferentes, incorpora mucho conocimiento y tecnología e implicará también una demanda muy importante de servicios”
Por su parte el Ministro de Industria, Energía y Minería, Ing. Roberto Kreimerman, afirmó que “hay una política energética que promueve el desarrollo de fuentes autóctonas en la búsqueda de la soberanía energética y ANCAP lidera fuertemente este proceso. Se demuestra también que el Estado uruguayo tiene capacidades y que el país es reconocido a nivel mundial por su imagen de seriedad y calidad”.
La consolidación definitiva de Uruguay en el mapa petrolero mundial se constata en la comparación de los resultados de esta Ronda con la realizada en 2009. Como resultado de la primera Ronda Uruguay, en un contexto de crisis mundial y de retracción de la inversión en exploración a nivel mundial, se adjudicaron dos bloques a un consorcio formado por las empresas Petrobras, YPF y GALP, que ya se encuentran trabajando sobre estos bloques de la cuenca marina Punta del Este.
Los contratos a ser firmados establecen que las empresas ganadoras de cada bloque asumirán los riesgos y costos generados por las operaciones petroleras durante las fases de exploración y producción.
El contrato es del tipo Acuerdo de Producción Compartida, por el cual las empresas se benefician con parte de la producción de hidrocarburos disponibles, de acuerdo a los porcentajes establecidos. La duración del contrato será de 30 años, pudiendo ANCAP extender el plazo por un máximo de diez años más.
El período exploratorio comprende un subperíodo básico de 3 años, en el que se ejecutará el programa exploratorio comprometido. Hay un subperíodo complementario voluntario de tres años donde deberán realizar al menos un pozo exploratorio y un subperíodo de prórroga de dos años donde el contratista deberá realizar un nuevo pozo exploratorio, y retornar al Estado uruguayo el 30% del área del bloque.
ANCAP tendrá la opción de comprar total o parcialmente la producción de hidrocarburos de las empresas si fuera necesario para el consumo interno del país.
ANCAP podrá asociarse con las empresas para la explotación de las áreas, con un mínimo del 20% y un máximo establecido por la propuesta ganadora para cada bloque.


 Los riesgos
Desastre en el golfo causado por BP

Un video de El Muerto 2010





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Abstención 66% en municipales de Chile

Graficos de Gabriel Carbajales
La voz del descontento 

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Estudiantes, Chile:“No votar se plantea como una alternativa colectiva, no sólo individual”//La abstención lúcida es una actitud ética //Ver mas Noticias Uruguayas

 

Presidente Piñera: "Sin duda hubiéramos querido una mayor participación"

El mandatario se refirió a las elecciones municipales que se desarrollaron esta jornada lamentando la baja adhesión de la ciudadanía al proceso. "Hemos escuchado con atención el mensaje que significa esto", agregó. 

Eloisa Gonzalez : Yo no presto el voto


Eloísa Gonzalez: "Yo no creo en el mal menor" 
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“Sólo le dimos voz al descontento”

La dirigente estudiantil sostuvo que "en Chile ya había un fenómeno alto de abstención en las elecciones, porque la gente no se siente representada por la institucionalidad política chilena, y nosotros lo único que hicimos fue darle voz a esta crítica profunda a nuestra institucionalidad".

Jorge Zabalza: 


En lo estrictamente personal, creo que está llegando la hora de hablar del VOTO PROTESTA, que los desengañados, desconformes y refractarios se hagan valer activamente, en una actitud que los abarque a todos, que no queda en una decisión individual, que no los divida sectariamente entre varias opciones, algo como el voto rosado que cosechó casi el 50% del electorado, que voten en blanco, anulado o se abstengan PERO QUE PROTESTEN COLECTIVAMENTE, QUE HAGAN OIR SU VOZ DE PROTESTA. 


EL 66% DE ABSTENCIÓN EN CHILE ES UN MENSAJE POLÍTICO MUY CLARO: "ESTAMOS DESCONTENTOS CON LA DEMOCRACIA DE LOS PODEROSOS Y DE LOS DEMAGOGOS


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