miércoles, 23 de enero de 2013

Si te paran por la calle




Martes 13 de enero de 2004
Se asociaría con la empresa de investigaciones del ex edil pachequista Ricardo Domínguez 
Ex agente de la CIA Oliver North invertirá en "agencias de seguridad" del Uruguay
El protagonista del escándalo "Irangate" viajó desde Buenos Aires, donde también se conectó con empresas de seguridad y contactó al empresario Jorge "Corcho" Rodríguez por el secuestro de su padre. Está asociado con el ex agente de la CIA John Battaglia, representante de Trident Investigative Service, quien fue descubierto por el diario Página/12 junto al uruguayo Julio 
 Poblete Cortés, secretario de Domínguez y amigo de Gavazzo.


 El teniente coronel Oliver North, protagonista del escándalo “Irangate” por el que Estados Unidos financió a la contra nicaragüense a través de una ilegal operación de ventas de armas a Irán, llegará a Uruguay en las próximas horas, donde pretende asociar su empresa Guardian Technologies con agencias locales de seguridad.
North se entrevistará el próximo jueves, probablemente en el exclusivo balneario de Punta del Este, con el ex edil pachequista Ricardo Domínguez, director de la agencia de investigaciones “Domínguez y Asociados”, dedicada a espionaje empresarial y seguimiento camuflado de personas, entre otros servicios.
Domínguez confirmó anoche a LA REPUBLICA que la visita de North obedece a su intención de “ampliar” su empresa dedicada a distintos servicios, entre ellos la seguridad, en varios países de Latinoamérica, pero particularmente en Argentina, donde la venta de seguridad es un negocio rentable.
“North, en materia de seguridad, conoce mucho, como conoce otras cosas, como yo también las conozco; y como acá en Uruguay se repiten las cosas que pasan en Argentina, lo mejor es prevenir, y yo, en mi agencia, siempre quiero tener lo mejor”, explicó Domínguez. Y agregó: “Mire que acá no hay nada político”.
La presencia de North en el Río de la Plata fue informada ayer por el diario argentino Página/12, que en su portada fotografió al ex agente de la CIA, de nacionalidad uruguaya, John Battaglia, representante de la agencia Trident Investigative Service Corporation, junto al también uruguayo Julio Poblete Cortés, secretario personal de Ricardo Domínguez y funcionario de su agencia de investigaciones.
Battaglia declara que desde niño se radicó en Estados Unidos y, como su padre, ingresó a la marina norteamericana, donde se incorporó a los “seals”, un escuadrón especializado en acciones especiales, con quien habría estado 18 meses en Vietnam, antes de incorporarse a la CIA, por quien participó en la coordinación represiva Plan Cóndor de las dictaduras del Cono Sur.
Julio Poblete Cortez, quien utiliza en forma permanente lentes oscuros con el argumento de que habría perdido un ojo en la lucha contra la subversión, había sido fotografiado junto a un sonriente coronel (r) José “Nino” Gavazzo, en la edición del 15 de diciembre de 2000 de LA REPUBLICA, cuando se informó sobre la presencia de un grupo de ex militares y ex policías represores durante una misa en recuerdo al ex director de Inteligencia, Víctor Castiglioni, fallecido a principios de ese mes.

“Tío Lucas”, el amigo del “Nino” Gavazzo

En el artículo de Página/12 se narra un esclarecedor diálogo entre el periodista Felipe Yapur y Poblete, quien señala su amistad con Gavazzo, reconoce que los detenidos de Orletti fueron en su totalidad traídos a Uruguay, y afirma que hay niños desaparecidos “felices” con los policías o militares que los criaron.
Battaglia desaparece unos minutos y “Lucas” toma la palabra. Como su amigo, el mofletudo también calza un traje azul. A diferencia del ex agente de la CIA, “Lucas” luce una corbata celeste de seda y con el mismo motivo que su amigo. En la solapa tiene una bandera uruguaya y un pin de Naciones Unidas  Battaglia tiene uno igual, pero al lado de la insignia estadounidense  y una traba de corbata con el logo de la Policía Federal. “Me lo regaló un comisario amigo, pero si usted quiere me lo saco. Yo no tengo nada que ver con la Policía”, dice en tono de broma. Pero su expresión no lo acompaña.
 ¿Cuál es su relación con el teniente coronel José “Nino” Gavazzo?
 Ninguna.
 Sin embargo, en una nota del diario uruguayo LA REPUBLICA, en su edición del 15 de diciembre de 2000, usted aparece acompañándolo en una misa junto a otros militares.
 Pasaba por ahí y me tomaron una foto. “Nino” es una gran persona y, a pesar de su condición de militar, es un ser humano como todos.
 Está acusado de haber participado en el secuestro de ciudadanos uruguayos en Buenos Aires. El juez español Baltasar Garzón pidió su captura. No puede salir de su país.
 ”Nino” participó de la guerra antisubversiva pero lo protege la ley. Además, le advierto que él vino a Orletti (el centro clandestino de detención) y retiró a los detenidos, pero ninguno de ellos cayó (al río) y ahora todos se pasean por Montevideo.
 Usted sabe que no es así. Además, también lo acusan por el robo de bebés.
 No, mi amigo, no se equivoque. Las izquierdistas se quisieron meter en la revolución y luego debieron dejar sus hijos. ¿Acaso usted sabe que esos chicos hayan preferido volver a su familia original? Están felices y contentos con los comisarios o militares que los criaron. Y antes de que me olvide, le quiero decir que tenga muy en cuenta qué foto va a publicar de mí. No quiero que me perjudique, porque si es así voy a encontrarlo y vamos a hablar en otros términos. ¿Entendió?
 Lucas, ¿prefiere que lo llamen Julio? ¿Usted es policía o militar? ¿De qué vive?
 No soy nada y vivo de mis amigos. De la ayuda que ellos me dan.
Hasta ese momento, “Tío Lucas” se había negado a identificarse. Recién después de la amenaza entregó una tarjeta que lo muestra como integrante sin cargo aparente de la agencia de seguridad uruguaya “Domínguez y Asociados”.

Ricardo Domínguez y su “agencia”

Ex edil del pachequismo en el período 1985-90, ex dirigente del Club Nacional de Fútbol (en cuya representación aparece en el programa “Juego Limpio” que emite Canal 5 los domingos) y ex secretario de redacción del matutino La Mañana a principios de 2000, Ricardo Domínguez colocó su agencia de seguridad en el local 40 de la galería ubicada en 18 de Julio 985. Operador político y periodístico, en diversas columnas editoriales Domínguez mantuvo una encendida defensa de militartes y policías torturadores y violadores de derechos humanos de la dictadura, con quienes suele reunirse en la sede de los clubes castrenses de los que es socio.
En noviembre de 1998, el grupo Acción Nacional Batllista (ANB) que Domínguez lideraba dentro de la Unión Colorada y Batllista (UCB) realizó diversas pintadas en Montevideo en reclamo de la libertad del general chileno Augusto Pinochet, quien entonces había sido detenido en Londres por un pedido de extradición del juez español Baltasar Garzón.
Varios represores convertidos hoy en “mano de obra desocupada” estarían ahora integrados a la agencia que Domínguez creó a principios del 2001, cuando realizó una serie de viajes a Buenos Aires y habría realizado sus primeros contactos con el confeso agente de la CIA, John Battaglia.
En un editorial de La Mañana, el 23 de marzo de 2000, Domínguez reivindicaba las reuniones de militares represores: “Nadie podrá impedir que en una reunión de amigos no se recuerden los duros momentos que se vivió en el pasado, cuando había que defenderse de los atentados, ataques a traición y asesinatos sin presentar batalla de frente entre Hombres (sic), de la banda marxista terrorista, que mediante métodos guerrilleros regaron de sangre, horror y muerte al país”, escribió. La agencia Domínguez &Asociados (www.dominguezyasociados.uy.tf) se define como “una empresa líder en servicios de Alta Investigación dirigidos a empresas, directivos, ejecutivos y profesionales que quieren resolver con la mayor rigurosidad y efectividad, los problemas y agresiones a las que se ven expuestas las organizaciones que representan”.
“Los informes realizados por Domínguez & Asociados son el resultado de la actuación del mejor equipo de profesionales
del sector. En ellos se encuentra la esencia de nuestros resultados. La rigurosidad en el proceso de actuación y la intuición basada en la experiencia legitima a nuestros detectives para actuar en las circunstancias más complejas”, se explica.
Autodefinidos como “expertos en seguimientos camuflados”, su personal -se indica- tiene a su disposición medios de alta tecnología adecuada a las necesidades de cada servicio. “Apostamos por una política de implementación tecnológica constante de nuestros equipos que nos permita adaptarnos a nuevos modelos de investigación cada vez más sofisticados”, señalan. En la oferta de la agencia se incluye la aportación de pruebas, fotos y videos de investigaciones en todo el país y en el exterior a través de “una red internacional de colaboradores”, y entre los servicios de la empresa se incluye: competencia desleal, investigación de mercado, localización de personas, fidelidad de la pareja, comportamiento de hijos, informes prematrimoniales, sectas, ludopatías, detección del consumo de drogas, o detección de escuchas telefónicas y ambientales, entre otras.
Según se aclara: “Todas las actuaciones se realizan dentro de las normas vigentes”. *

 Oliver North el agente de la CIA del Iran-Contra gate, traficó drogas para armar a la contra nicaragüense. Ver mas

SEGURIDAD PRIVADA: UNA HISTORIA CRIMINAL
 Drogas, ex represores y dinero negro

A mediados del año 2000 comenzó el desembarco en la Argentina de varias agencias privadas de inteligencia y seguridad, todas de origen norteamericano, que hoy ya tienen tomada la porción más gruesa del mercado. Ellas trasladan fondos, ofrecen seguridad bancaria y servicios de custodias personales, de edificios y barrios cerrados. Pero, además, organizan operaciones de espionaje industrial y de inteligencia militar para Estados extranjeros.

Cada una de esas 'compañías' tiene su historia, pero este artículo se referirá especialmente a la de una de ellas: Trident Investigative Services Inc., propiedad del coronel Oliver North -aquel que estuvo en el centro del escándalo Irán-contras-, representada en la Argentina por el uruguayo, nacionalizado norteamericano, John Battaglia Ponte. Hablar de esa agencia y de esos personajes implica referirse a la supervivencia y al reciclaje del Plan Cóndor, organización criminal dedicada hoy, además de a la represión, al tráfico de armas y de drogas, negocios que constituyen su mejor especialidad.

Battaglia Ponte fue uno de los coordinadores del Cóndor, trabajó para la CIA y para North, estuvo a cargo de detectar y perseguir a los exiliados argentinos en los Estados Unidos en tiempos de la dictadura, y trabajó activamente durante aquellos años en Paraguay, en la Argentina y en Uruguay, su país de origen. También cumplió su papel en América Central, y esas referencias geográficas trazan el mapa de una red mafiosa internacional cuya eficacia se sostiene hasta el día de hoy.

Trident, por supuesto, trabaja aún para la inteligencia norteamericana -actualmente tiene fuerte presencia en Irak- y Battaglia Ponte, de antiguos vínculos con militares argentinos, ha tomado parte en la organización de grupos parapoliciales en México, donde, como se sabe, cumplieron en su momento un papel muy activo varios asesores llegados desde la Argentina.

Por ejemplo, Battaglia conoce muy de antaño a las bandas paramilitares 'Los Chinchulines', con base en el municipio de Chilón; 'Paz y Justicia', en Sabanilla; el 'Frente Cívico Luis Donaldo Colosio' y la 'Organización Juventud Independiente', en Tila y Salto de Agua. También a los llamados 'Guardias Blancos', autores del asesinato de unos 600 campesinos entre 1996 y 2000.

Por cierto, la presencia de consejeros militares argentinos entre las fuerzas desplegadas en Chiapas desde la década pasada, tal como hicieron en los años '80 en El Salvador, Honduras y Guatemala, señala la supervivencia de un sistema clandestino y secreto de coordinación de la inteligencia militar. En ese punto resurgen por su propio peso nombres como los de Oliver North y Battaglia Ponte.

En otras palabras: persiste la actividad de organizaciones mafiosas y represivas creadas hace casi 30 años y consolidadas, en lo que a los militares argentinos respecta, cuando, tras el golpe de 1976, Guillermo Suárez Mason promovió la creación del Grupo de Tareas Exteriores (GTE) del Batallón 601, un aparato de inteligencia militar vinculado con la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

Viejos contactos

Los primeros contactos de la inteligencia militar argentina con los grupos centroamericanos de extrema derecha se produjeron por intermedio de la organización neofascista italiana 'Avanguardia Nazionale', en 1973, cuando el terrorista de esa misma nacionalidad Stephano Delle Chiae, de contactos fluidos con la Dina chilena, comenzó a operar en la Argentina. Michael Townley -ahora convicto en los Estados Unidos por el asesinato del ex canciller de Chile Orlando Letelier- hizo de nexo entre la primera misión de consejeros argentinos y el entonces oficial del ejército salvadoreño Roberto D'Aubisson.

En 1980, producido el golpe narco-militar en Bolivia conducido por Luis García Meza y organizado por la dictadura argentina -el brigadier Omar Graffigna estuvo personalmente en un aeropuerto militar de La Paz la noche de la sublevación-, hubo allí una reunión peculiar entre Luis Arce Gómez -hoy preso por narcotráfico en los Estados Unidos-, su primo Roberto Suárez, llamado entonces 'el barón de la droga', Delle Chiae y el teniente coronel argentino Hugo Miori Pereyra, delegado de Suárez Mason. En ese cónclave se llegó a un acuerdo para aceitar el mecanismo de tráfico de drogas en América Central y del Sur, de modo de financiar grupos paramilitares. Además, claro está, de llenar los bolsillos de quienes sellaron el pacto.

Represión y narcotráfico

El coronel argentino José Osvaldo Ribeiro, (a) 'Balita', estuvo a cargo durante los años '80 del destacamento argentino en Centroamérica. El teniente coronel Miori sirvió de 'mensajero' y a él se asignó un papel importante en la coordinación del tráfico de drogas por El Salvador, donde instaló redes que perduran hasta la actualidad. La cocaína se transportaba a bases de la Fuerza Aérea salvadoreña y desde ellas se la enviaba a los Estados Unidos. En su momento, parte de esa droga financió los escuadrones de la muerte de D'Aubisson.

Pues bien: todas esas operaciones estuvieron supervisadas por el coronel North y por Battaglia Ponte.

Uno de los contactos de North y Battaglia Ponte era el teniente coronel argentino Santiago Hoya, (a) 'Santiago Villegas'. Hoya y Ribeiro fueron participantes activos de las operaciones (organizadas por North con la colaboración de Battaglia) que luego derivaron en el escándalo Irán-contras. Ribeiro, además, tuvo responsabilidad en varias desapariciones de personas en cuanto él mismo era pieza operacional del Plan Cóndor.

En esa época, Battaglia y Ribeiro también fueron instructores de los servicios de inteligencia paraguayos, chilenos y uruguayos. En tiempos de la guerra subversiva contra el gobierno sandinista en Nicaragua, Ribeiro, desde una habitación del Honduras Maya Hotel, en Tegucigalpa, coordinaba operaciones con ex miembros de la Guardia Nacional somocista. El argentino Hoya fue jefe de operaciones de aquel plan sedicioso y organizó el centro de entrenamiento Sagittarius, en las afueras de Tegucigalpa, y el campo de concentración llamado 'La Quinta'.

Battaglia Ponte -a esta altura conviene recordar que tiene hoy en sus manos buena parte del negocio de la seguridad privada en la Argentina- también intervino, por cuenta de la CIA, en las negociaciones que culminaron con la creación de una dirección 'contra' colegiada, y en la organización de la 'Legión Setiembre', constituida por ex guardias somocistas. Así pudo ponerse en marcha la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN).

Según una investigación del San José Mercury News, las actividades del FDN se financiaron en gran parte con el tráfico de cocaína. El nicaragüense Danilo Blandón, ex agente especial de la DEA, admitió ante el Congreso norteamericano que entre 1981 y 1988 se transportaron más de 100 kilos semanales de droga desde bases aéreas salvadoreñas hacia territorio de los Estados Unidos.

De ayer a hoy

Toda esa estructura se mantuvo mucho tiempo, y se mantiene todavía hoy. Resulta interesante recordar que, una vez estallado el alzamiento campesino en Chiapas, marchó a asesorar a los militares mexicanos el represor argentino Juan Martín Ciga Correa, (a) 'Mayor Santamaría', otro viejo conocido de Battaglia. Las autoridades argentinas tenían orden de arresto contra Ciga Correa por el asesinato en Buenos Aires, en 1974, del general Carlos Prats González, ex comandante del Ejército chileno.

Además, Battaglia Ponte, al igual que North, tiene vínculos aceitados con la secta Moon, organización mafiosa, financiera y traficante de armas a la cual pertenece la familia Bush. Esa secta financió buena parte de las actividades de Battaglia en los años '80. Y, si se tiene en cuenta la fuerte presencia actual de los Moon en Corrientes y en toda la zona de la triple frontera, caen por sí incógnitas inquietantes.

Tal es la calidad de la inteligencia y la seguridad privada que ha hecho pie en la Argentina, de donde, en verdad, nunca se habían ido.



Viernes 16 de enero de 2004

Por Roger Rodriguez 
Los "amigos de Gavazzo" tendrían información sobre traslados clandestinos, vuelos de la muerte y niños secuestrados
Un juez argentino indagará a Domínguez, a Battaglia y a Poblete por el Plan Cóndor 
Los abogados David Baigún y Alberto Pedroncini realizaron ayer una denuncia ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. En entrevistas con Página/12 los tres uruguayos reconocieron que Gavazzo trasladó a Montevideo a los uruguayos de Orletti, dijeron que hay niños desaparecidos "felices" con los represores que los criaron, y evidenciaron saber la dosis de pentotal con que se torturaba.
 
El agente de la CIA John Battaglia, el empresario de seguridad Ricardo Domínguez y su secretario Julio “Tío Lucas” Poblete Cortez, todos uruguayos, deberán comparecer ante el juzgado federal en el que el magistrado Rodolfo Canicoba Corral indaga la coordinación represiva de las dictaduras, conocida como Plan Cóndor.
Battaglia, Domínguez y Poblete fueron denunciados por el abogado David Baigún, con el patrocinio del doctor Alberto Pedroncini, por declaraciones públicas en las que dijeron tener conocimiento de que el coronel (r) del ejército uruguayo José Nino Gavazzo viajó a Buenos Aires en 1976 para trasladar a un grupo de detenidos del centro clandestino de reclusión “Automotores Orletti”.
En las declaraciones sobre Gavazzo, denunciado internacionalmente por múltiples violaciones a los derechos humanos y con requisitoria en juzgados de Argentina, España e Italia, los tres “agentes” confesos indicaron que tenían conocimiento de la existencia de niños desaparecidos que “están felices y contentos con los comisarios o militares que los criaron”.
Las declaraciones de los tres uruguayos fueron realizadas al matutino argentino Página/12 que confirmó que el también agente norteamericano Oliver North, protagonista del “Irangate” se encontraba en Argentina para realizar inversiones en agencias de seguridad.
Las afirmaciones de los tres “agentes” implicarían su conocimiento sobre la sucesión de traslados clandestinos realizados entre julio y noviembre de 1976, en los que decenas de uruguayos secuestrados en Orletti, varios de los cuales continúan como desaparecidos, fueron traídos a Montevideo.

Domínguez, Gavazzo y el Cóndor

Una de las agencias que podrían obtener ese financiamiento sería la uruguaya “Domínguez y Asociados” que dirige el ex edil pachequista Ricardo Domínguez en Montevideo, quien reconoció a LA REPUBLICA que se reuniría con North en Punta del Este, pero luego consideró que el tema se había “politizado” y viajaría a Buenos Aires para el encuentro.
Entrevistado por Página/12, Domínguez también aceptó la participación de Gavazzo en Orletti y definió a Gavazzo como “una excelente persona que fue uno de los que impidió que la izquierda se hiciera del poder” y también aceptó que el militar fue protagonista del Plan Cóndor.
“Ese plan funcionó en el marco de la integración latinoamericana, algo así como el Mercosur, que sirvió para defendernos de la agresión marxista. Pero luego los Estados Unidos se dieron vuelta y para protegerse ellos nos dejaron solos. Así como traicionaron a Oliver North lo mismo hicieron con Osama bin Laden. De los Estados Unidos no se puede esperar nada. Lo que nosotros hicimos fue un trabajo profesional al servicio del Estado. Acá no se mató ni se torturó”, declaró Domínguez quien insistió en que “cumplimos una misión que era defendernos del ataque que coordinaban Fidel Castro y la ex Unión Soviética”.
Domínguez reconoció haber trabajado para los servicios de inteligencia uruguayos durante la dictadura, donde conoció a su actual secretario, Julio Poblete Cortez, quien había sido fotografiado con Gavazzo en diciembre del 2000 durante una misa en recuerdo del fallecido comisario Víctor Castiglioni.

Poblete y el “segundo vuelo”

Poblete Cortez, un personaje del que no se tenía conocimiento público, reconoció ahora haber estado implicado en la “lucha antisubversiva” de los años sesenta, en la cual, afirma, perdió un ojo durante un enfrentamiento con los tupamaros.
El calvo secretario de Domínguez dijo a Página/12 que “Nino (Gavazzo) participó de la guerra antisubversiva pero lo protege la ley. Además, le advierto que él vino a Orletti (el centro clandestino de detención) y retiró a los detenidos, pero ninguno de ellos cayó (al río) y ahora todos se pasean por Montevideo”.
Esa declaración podría implicar que Poblete tenga información sobre la serie de vuelos clandestinos realizados en julio y setiembre de 1976, cuando efectivamente los militares uruguayos que operaban en Buenos Aires trajeron varios grupos de secuestrados en Argentina a Uruguay.
Uno de esos grupos, capturado en junio de 1976 y compuesto por 24 personas, fue mantenido en prisiones clandestinas de Montevideo hasta que se los “blanqueó” en un ficticio operativo orquestado en un chalet de balneario Shangrilá del departamento de Canelones.
Sin embargo, otra veintena de uruguayos que también fueron secuestrados en Buenos Aires durante el mes de setiembre de aquel 1976, permanece en calidad de desaparecidos luego de su detención en Automotores Orletti y ninguno de sus cuerpos ha podido ser aún identificado.
Este grupo también habría sido trasladado a Uruguay, según declaró el informante que permitió reencontrar a Simón Riquelo, cuya versión fue confirmada a LA REPUBLICA por un militar en actividad que en octubre de ese año vio llegar a la base militar del aeropuerto de Carrasco a un grupo de civiles encapuchados traídos en un vuelo de TAMU, piloteado por el hoy comandante en jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Jose Pedro Malaquín.

Pentotal, North y tres fronteras

El ex agente de la CIA John Battaglia, a quien se señala como partícipe de la Operación Cóndor, al ser entrevistado por Página/12, por su parte, realizó críticas e ironizó sobre los “piqueteros” argentinos que tapaban sus rostros y utilizaban camisetas con íconos del “Che” Guevara.
Mire, cuando pienso en el Che me quito el sombrero. ¡Ese hombre es el único que respeto porque fue un gran comandante! Todos esos que llevan la camiseta son putos. Los verdaderos revolucionarios eran aquellos que soportaban los ocho miligramos de pentotal y después caían conscientes sin decir una palabra”, dijo.
Y al ser consultado sobre si se refería a los vuelos de la muerte, Battaglia asintió: “Sí, sí… En cambio estaban esos putos que no dudaban en salir a marcar a sus compañeros”, confesó el representante de la agencia de seguridad Trident Investigative Service.
Las declaraciones de Battaglia también fueron denunciadas ante el juez Canicoba Corral, ya que los abogados consideran que puede aportar información decisiva para la investigación de Plan Cóndor, debido a las afirmaciones del también agente Félix Rodríguez autor del libro “Guerrero en la sombra.
El héroe de la CIA en un centenar de historias desconocidas”, donde incluye a Battaglia como uno de los “operadores” en el Cono Sur.
La investigación de Página/12 también generó preocupación por el interés, reconocido por Battaglia, que Oliver North y su empresa Guardian Technologies tendrían en las operaciones de la llamada Triple Frontera, localizada por la administración George W. Bush como uno de los centros de conflicto en la guerra contra el terrorismo. *


Miércoles, 14 de enero de 2004

El otro amigo uruguayo de Oliver North que defiende el Plan Cóndor

 Por Felipe Yapur

Oliver North es un hombre inquieto. El lunes partió hacia el Uruguay –retornará a la Argentina durante el fin de semana– para encontrarse con un posible socio en sus negocios de la seguridad privada. El hombre que coordinó la represión centroamericana se reunirá con Ricardo Domínguez, el propietario de la agencia de seguridad donde reporta Julio “Tío Lucas” Poblete Cortez. Domínguez, un ex integrante de los servicios de inteligencia de la policía uruguaya durante la dictadura militar, aceptó hablar con Página/12. Sin dudarlo, defendió todo lo sucedido en aquella época y consideró –entre otras– que el Plan Cóndor “formó parte de un proceso de integración latinoamericana como sucede ahora con el Mercosur, pero para defendernos de la agresión marxista”.
Domínguez es una típico representante de los protagonistas escondidos de la dictadura militar uruguaya. Se formó al calor del gobierno de Jorge Pacheco Areco, que generó el terreno para lo que luego se conoció como la “bordaberryzación” de aquel país. En esa época se acercó al Partido Colorado y militó en un sector de extrema derecha que se conoció como la Unión Colorada y Batllista (UCB), donde a su vez Domínguez lideraba el grupo Acción Nacional Batllista (ANB). Organización con la que, según destacó el matutino montevideano La República en su edición de ayer, el experto en inteligencia se dedicó a realizar pintadas callejeras a favor de la libertad del genocida chileno Augusto Pinochet cuando éste permanecía detenido en Inglaterra. Asegura ser “muy amigo” del actual presidente uruguayo, Jorge Batlle, y del ex mandatario Julio Sanguinetti.
Durante la dictadura, Domínguez se incorporó a la Dirección Nacional de Inteligencia donde prestó –como él lo reconoció– “un servicio a la patria”. Allí conoció al que ahora es su más estrecho colaborador en su agencia de seguridad, Poblete Cortez, y también al coronel retirado José “Nino” Gavazzo. Como “Tío Lucas”, Domínguez reivindica la actuación del “camarada de armas” Gavazzo durante la dictadura: “Es verdad que él viajó a la Argentina para retirar a prisioneros uruguayos de (el centro clandestino de detención) Automotores Orletti”. Sin ningún tipo de pruritos, Domínguez respondió telefónicamente a todas las preguntas de este diario desde la oficina que tiene en Montevideo.
–El diario La República anunció su encuentro con el coronel North. ¿Será su socio en temas de seguridad?
–No lo puedo afirmar de manera tajante, pero estamos en eso. Quiero mejorar la prestación de mis servicios, sobre todo porque acá como en la Argentina han comenzado a producirse secuestros. Además, North, en materia de seguridad, es un especialista. Le quiero aclarar que mi interés es puramente comercial y el primer contacto lo realizó un colaborador mío (Poblete Cortez), quien se reunió con él en Buenos Aires.
–Usted es un hombre que participó de la dictadura, tiene bajo su mando a gente de esa época y ahora quiere hacer negocios con un hombre como North que también tiene su pasado en estos temas. Hay demasiadas coincidencias como para dudar.
–No, no, no. Acá, a pesar de lo que se dice, no hay nada político. Es verdad que yo tengo relaciones con mis camaradas pero, bueno, los hinchas de Boca también son amigos entre ellos.
–Está bien, pero estamos hablando de gente como Nino Gavazzo.
–El es una excelente persona que fue uno de los que impidió que la izquierda se hiciera del poder. Acá, en este país, hay mucha gente mal agradecida como el senador Rafael Michelini, hijo de Zelmar Michelini, que a pesar de que Nino le salvó una hermana, se la pasa hablando mal.
–Pero Gavazzo no es cualquiera, es uno de los responsables del Plan Cóndor.
–Ese plan funcionó en el marco de la integración latinoamericana, algo así como el Mercosur, que sirvió para defendernos de la agresión marxista. Pero luego los Estados Unidos se dieron vuelta y para protegerse ellos nos dejaron solos. Así como traicionaron a Oliver North lo mismo hicieron con Osama bin Laden. De los Estados Unidos no se puede esperar nada. Lo que nosotros hicimos fue un trabajo profesional al servicio del Estado. Acá no se mató ni se torturó.
–Su colaborador Poblete Cortez y el ex agente de la CIA John Battaglia no dicen lo mismo (ver aparte). Afirmaron que todo eso existió, incluso relataron los vuelos de la muerte.
–Mire, nosotros cumplimos una misión que era defendernos del ataque que coordinaban Fidel Castro y la ex Unión Soviética.
–¿Y cuál fue su rol durante la dictadura?
–Cumplí tareas relacionada a la inteligencia. No participé de ninguna operación. Esto fue lo que me permitió adquirir experiencia y que hoy la vuelco en mi trabajo. No digo que me empresa es la primera en su ramo, pero brindamos un buen servicio porque somos especialistas.
–Experiencia que quiere ampliar con una asociación con North.
–Claro. El negocio de la seguridad ha recuperado terreno. Este señor nos puede abrir muchas puertas por la calidad de los servicios que prestamos tanto a particulares como al Estado, para quien realizamos la tarea de cobro a morosos.
Todo indica que Domínguez se encontrará con North mañana en Punta del Este. Si todo va bien, el coronel norteamericano retornará a Buenos Aires el fin de semana para continuar con “su deseo de invertir en el país”. Una tarea que, según trascendió, está siendo observada con particular atención por funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner.
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Ver también:

La injerencia silenciosa del Uruguay

 





23/1/2013
Uruguay: ¿Agente favorito de EEUU en el Mercosur? 
 x Juan Luis Berterretche

 

La pregunta del título tiene como objetivo clarificar el grado de penetración de las nefastas “Agencias” estadounidenses en el país. Porque si la DEA ya no dirige la falsa guerra contra la droga en Uruguay está en camino cierto de hacerlo.
Otra pregunta que deberíamos hacernos es ¿dónde y cómo se aprobó el reingreso de la DEA en el país? Tengo la sospecha que la cena -a fines de agosto 2012- en la residencia de la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso donde concurrieron el presidente José Mujica, el ex presidente Tabaré “FMI-Bush” Vázquez, el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich y el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena /1 - (¡quién te ha visto y quién te ve!)- debe haber tratado otros asuntos además del pedido del presidente para que más estudiantes universitarios se capaciten en Estados Unidos, en particular en temas vinculados a la biología aplicada a las ciencias agrícolas. Excelente lugar, en el reino de Monsanto para capacitación en estudios agrícolas. ¿En qué mundo viven estos personajes?
Lo concreto es que tenemos en el país a la Agencia encargada de “desarrollar la guerra contra la droga” como Perico por su casa. Y decimos desarrollar por qué el objetivo de las agencias estadounidenses que se presentan como “enemigas” del narco-tráfico en realidad tienen como objetivo principal crear las condiciones de despliegue de la violencia armada en los países donde intervienen. La experiencia en México, Colombia, Guatemala y otros países, lo comprueba fehacientemente. No voy a extenderme aquí en demostrar esta afirmación porque ya lo he detallado en otra nota /2.
Pero es interesante mencionar que no se trata de una política dedicada únicamente a las colonias o semi-colonias. En EEUU “la guerra contra la droga” es una eficiente campaña racista del “sistema judicial que penaliza a los varones jóvenes negros” /3. En 2010 Michelle Alexander publicó un libro dedicado al nuevo racismo y al encarcelamiento en masa de los jóvenes afro-americanos. En él demuestra que la discriminación racial sistemática en EEUU se ha reanudado tras las conquistas del movimiento de derechos civiles. La reanudación se “justifica” en la guerra contra las drogas y otras políticas gubernamentales y está teniendo devastadoras consecuencias sociales /4. Una década antes que M. Alexander, Loïc Wacquant /5 -fundador del grupo de activistas académicos franceses “Raisons d’agir”- escribió Les prisons de la Misère donde relaciona la “guerra contra la droga” y la perversa “tolerancia cero” de William Bratton /6 con un plan de represión institucional violenta contra la miseria que la propia crisis estructural crónica del Capital, provoca.
Todo esto demuestra, por si aún fuera necesario, que “la guerra contra la droga” no tiene como objetivo combatir el delito sino librar una guerra sin cuartel contra los pobres, los desocupados, los marginados, los excluidos del orden económico neoliberal.
A lo que se agrega la oportunidad de una promoción global de la venta y del tráfico de armas. No olvidemos que el 95% de las armas con que se maneja el cartel de los narcos en México proviene de EEUU y más directamente de la operación “Rápido y Furioso” de su Agencia de Control de Armas y Tabaco (ATF, por su sigla en inglés). El tráfico en México representa 10% del negocio mundial de armas ilícitas, según Naciones Unidas.
El mismo rol de desenvolvimiento del complejo industrial-militar que cumplen las intervenciones militares de EEUU-OTAN en varios continentes, en Latino América, los desempeña la supuesta “guerra contra la droga ” que despliega el tráfico de armas y la violencia.
Uruguay: ¿agente de EEUU en el Mercosur?
Es importante recalcar que Uruguay no tiene la importancia de Colombia o México en relación a “la guerra contra la droga”. Colombia es el principal productor de coca en el continente. Y las siete bases militares de EEUU en dicho país, garantizan -entre otras cosas- que los más de 7 millones de adictos a la cocaína en su territorio, reciban sus dosis. México es el corredor de la droga colombiana (y peruana) hacia EEUU y dichos países son las principales colonias continentales explotadas por las transnacionales estadounidenses.
Pero Uruguay, a pesar de su menor importancia económica, por su inserción en el Mercosur, su ubicación geográfica y la abierta tendencia del gobierno frenteamplista a subordinarse al imperialismo tiene como perspectiva transformarse en la principal base de operaciones de las Agencias estadounidenses en el Cono Sur.
Varios hechos políticos en los últimos años indican que el gobierno uruguayo ha enfilado por ese camino:
* A mediados de marzo de 2010 el ex-ministro uruguayo de defensa nacional, Luis Rosadilla, viajó a Estados Unidos para participar en un congreso anual sobre antiterrorismo organizado por la OEA. Habitualmente a la reunión de técnicos concurren viceministros o funcionarios de alto nivel, pero el Gobierno uruguayo decidió el viaje de Rosadilla para "devolver el gesto" de la Administración del presidente Barack Obama al enviar a su secretaria de Estado, Hillary Clinton, a la ceremonia de investidura de Mujica como presidente.
* El 16 de marzo de 2011 el ex-ministro de defensa Luis Rosadilla y el subsecretario adjunto de defensa estadounidense para el Hemisferio Occidental, Frank Mora, firmaron un acuerdo de cooperación bilateral estratégico para los dos países.
* Del 15 de mayo al 15 de junio de 2012 un equipo de entrenamiento móvil de los SEALs entrenó al Cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA) en intervención de navíos en el mar. El FUSNA es una institución de funesta memoria por haber sido uno de los principales centros de tortura de la Dictadura (1973-1985). Los SEALs es un comando de asesinos profesionales dedicados exclusivamente a las supuestas acciones “anti-terroristas”. El 02 de mayo de 2011, estos comandos junto a agentes de la CIA, realizaron la ejecución extra-judicial de Osama Bin Laden en Pakistán.
* En la reunión efectuada en México de la Alianza del Pacífico, en agosto de 2012 se aceptó la incorporación de Uruguay como país observador, ya que había hecho el pedido de ingreso en esa calidad, en julio del mismo año. Se trata de un bloque comercial integrado por México, Colombia, Perú y Chile que se formó como alternativa pro-EEUU al ALBA y al Mercosur.
* A mediados de noviembre de 2012 el Ejecutivo envío al Parlamento el proyecto de Ley pertinente al “Acuerdo para la adquisición de suministros y la prestación recíproca de servicios entre el Ministerio de Defensa Nacional y el Departamento de Defensa de Estados Unidos”. Según lo expresado su finalidad es facilitar el apoyo logístico que se utilizará durante los ejercicios combinados, adiestramientos, desplazamientos, escalas, operaciones o en circunstancias imprevistas.
* El discurso del presidente Mujica en la sede de la central de trabajadores (PIT-CNT) el lunes 03 de diciembre pasado, en defensa del capitalismo, llamando a los trabajadores a no superar los límites de dicho sistema, va más allá de cualquier antecedente político retrógrado del Frente Amplio. Más aún cuando ningún dirigente del PIT-CNT manifestó objeciones a esa orientación reaccionaria. Sin lugar a dudas era un mensaje oblicuo hacia EEUU. La intervención del presidente lució su clásico estilo “cantinflesco” /7 con varios giros idiomáticos populacheros a la manera de los caudillos blancos del interior de la república, haciendo recordar al inefable Nano Pérez de Cerro Largo.
* A fines de diciembre de 2012 cuando se votó en el Parlamento uruguayo la continuidad de la participación de tropas en la fuerza de ocupación de la Minustah en Haití, un diputado denunció que a los militares de Uruguay se les adjudicó el patrullaje de la costa para interceptar al narcotráfico, tarea que nada tiene que ver con necesidades del pueblo haitiano sino con intereses estadounidenses. En realidad, ni el supuesto patrullaje se realiza: los militares desmantelan la ametralladora de la lancha y se van de turismo a los burdeles de República Dominicana.
* En el discurso inaugural de la VII Reunión Ministerial de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZOPACAS) el 15 01 2013 en Montevideo, el ministro de relaciones exteriores de Uruguay, Luis Almagro expuso: “Quisiera destacar en este sentido, que nuestro país ha formado parte de contingentes multilaterales desplegados en Mozambique, Angola y, actualmente, en el Congo. Con el anhelo de contribuir a un esfuerzo colectivo por consolidar la paz y recrear condiciones de desarrollo en los países que lo están necesitando. Uruguay seguirá participando en las operaciones de mantenimiento de la paz dentro del marco multilateral de las Naciones Unidas; y este es precisamente uno de los elementos que hemos puesto de relieve para aspirar a ocupar un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para los años 2016-2017.” Con la promesa de un puesto -permanente- en el Consejo de Seguridad, a Lula, EEUU, lo tuvo a cuento durante sus dos ejercicios. Pero nuestros gobernantes, ombliguistas contumaces son incapaces de aprender de la política internacional
* María Otero, subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Democracia y Derechos Humanos de la administración Obama en visita a Uruguay el 17 01 2013 afirmó: “Para el gobierno norteamericano, Uruguay, en la región, es líder en democracia y derechos humanos, además de ser un importante referente mundial” En ese sentido, y a través de ella, el gobierno norteamericano ofreció asistir a Uruguay suministrando fondos para un programa de evaluación del sector carcelario. Tema donde ellos son “expertos”: con el 5% de la población mundial poseen el 25% de todos los presos del Planeta (2,3 millones); la tasa más alta de encarcelamientos per cápita del mundo y las más crueles condiciones carcelarias. Quizá los “desinteresados” estadounidenses estén haciendo mérito para la licitación de la cárcel pública/privada que planea el gobierno.
* Podemos preguntarnos también si el puerto de aguas profundas resuelto en diciembre 2012 no se trata de un pedido especial del Comando Sur y la IV flota estadounidense.
* Es posible que se me hayan escapado algunas otras genuflexiones, pero creo que con esta lista alcanza.
Redada de la policía con “agentes” no identificados de la embajada estadounidense
Todos esos hechos políticos que enumeramos son síntomas muy preocupantes de las intenciones de sumisión del gobierno frenteamplista a EEUU. Pero la semana pasada la situación sobrepasó todas las suspicacias. En la noche del miércoles 16 de enero policías uruguayos en vehículos de la embajada de EEUU con el acompañamiento de “agentes” extranjeros, interceptaron un joven para pedirle documentos. El hecho ocurrió en la calle Bolonia en el barrio Carrasco y el interceptado resultó ser el representante de la juventud en el directorio del Partido Nacional, Gonzalo Baroni. Según Baroni los extranjeros “tenían pinta de marines” y estaban uniformados. Policías y “agentes” estadounidenses se trasladaban en camionetas negras 4x4 Dodge con vidrios polarizados. Al joven pedirles que se identificaran, quién lo había interceptado explicó que "somos policías, estamos trabajando para la embajada de Estados Unidos y estamos haciendo una asistencia a los patrulleros y la seccional de la zona"... Y lo previno: ”A partir de ahora nos vas a empezar a ver más seguido acá en la vuelta", mientras devolvía la cédula al sorprendido Baroni. Afirmación que indica que era la primera o una de las primeras operaciones conjuntas de policía y “agentes” estadounidenses.
Luego de varias contradicciones iniciales de los jerarcas policiales, la versión oficial se emitiría el viernes 18 de enero: la embajadora de Estados Unidos, Julissa Reynoso, y el ministro interino del Interior, Jorge Vázquez, confirmaron la presencia de policías uruguayos en el servicio de seguridad de las embajadas y aceptaron que los agentes se mueven en vehículos destinados al uso diplomático.
El incidente no tiene que ver con el servicio de seguridad que la policía presta a las embajadas o a los diplomáticos. Se trata de un operativo de redada pidiendo documentos a los peatones por la calle donde participan policías uruguayos y “agentes” extranjeros no identificados del “cuerpo diplomático” estadounidense. La embajadora Reynoso aceptó que le prestan los vehículos a los policías uruguayos y negó que hubiera funcionarios estadounidenses en el operativo. ¿Qué otra disculpa podía esperarse?
Se puede deducir que luego que la foto emitida por la prensa, de agentes de la DEA y policías uruguayos en la calle no produjo ninguna reacción de la ciudadanía, los estadounidenses concluyeron: “en esta republiqueta hacemos lo que se nos canta” Debemos ser conscientes que se trató de un manosea público y abierto de la soberanía. Y un incidente de este tipo debería tener como resultado inmediato la remoción del ministro del interior y su interino. Pero no nos hagamos ilusiones. Lo principal es la enseñanza que dejan estos acontecimientos: el gobierno tiene intenciones de entregar la pretendida “guerra contra la droga” a las Agencias estadounidenses y está coqueteando con el imperio para actuar como agente de EEUU en el Cono Sur.
Hay que reconocer que Dan Anthony Mitrione era mucho más prudente y discreto que los nuevos “agentes” de la embajada: desarrollaba su cátedra de tortura en un sótano con un buen aislamiento acústico en una casa del barrio Malvín. Pero... lamentablemente esas virtudes no le sirvieron de gran cosa.
22 01 2013. Desacato.info

Notas
1/ Dirigente de la FEUU en las luchas democráticas estudiantiles en 1968, cuando la federación de estudiantes universitarios aún mantenía una postura anti-imperialista.
2/ Ver La guerra es el principal objetivo de la guerra LaHaine.org 15 12 2012
3/ Avi Chomsky, entrevista de Raúl Zibechi para semanario Brecha 09 09 2012.
4/ Michelle Alexander, The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness (El encarcelamiento masivo en la era del daltonismo). The New Press, 2010, EEUU.
5/ Loïc Wacquant Les prisons de la misére Éditions Raisons D’Agir, noviembre de 1999. En español: Las cárceles de la miseria. Ediciones Manantial SRL. 2000. Wacquant es investigador del Centre de Sociologie Européenne del Collège de France, profesor asociado en la Universidad de California-Berkeley y profesor invitado en otras varias ciudades del mundo.
6/ William Bratton, ex jefe de la policía de Nueva York y progenitor de la “Tolerancia Cero” afirma: “la desocupación no está relacionada con el delito”...“la causa del delito es el mal comportamiento de los individuos y no la consecuencia de condiciones sociales” Este genio de la sensibilidad social ha sido invitado por el ministro del interior Bonomi para que lo asesore en “tolerancia cero”.
7/ Me animo a usar este adjetivo a pesar de lo demodé que pueda parecer, porque la última vez que pasé por Montevideo comprobé que existía un programa en TV abierta dedicado a la cinematografía de Cantinflas. Sus desopilantes peroratas absurdas tienen gran semejanza con las oratorias y los dichos del presidente. Para mí la imbatible es su versión trunca de la dialéctica de Hegel: “como te digo una cosa, te digo la otra”.
La Haine


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