sábado, 16 de mayo de 2015

Al hambre le llaman inseguridad alimentaria

Eufemismos del Uruguay progresista



Las cosas por su nombre

sáb may 16 2015
Se advierte que en los hogares más pobres el 67,7% de los menores de entre 0 y 3 años han padecido algún tipo de inseguridad alimenticia.
Y el 10,7% sufrió inseguridad severa, lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (la FAO) define como hambre.
El problema también alcanza a los hogares no pobres, donde el 2,5% padece inseguridad alimenticia severa. El casillero de seguridad alimentaria entre los no pobre tan solo es ocupado por el 66%.
El estudio, que fue realizado por la la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Universidad de la República (UdelaR), y cuyo objetivo era generar un mapa de situación para el diseño y la profundización de las políticas sociales, advierte que globalmente, sin distinguir entre clases sociales, el 4,3% de los niños de entre 0 y 3 años de Montevideo vive en hogares que son víctima de inseguridad alimenticia severa, lo cual equivale a 7.926 menores expuestos al hambre, solo en la capital.
El trabajo agrega que "la prevalencia de la desnutrición crónica se ubicó entre 4,5% y 5% de los niños. La obesidad alcanzó el 9% y 11%, dependiendo de la edad".
La encuesta también revela que el 38,1% de los encuestados dijo que en los últimos tres meses, por falta de dinero u otros recursos sintió "preocupación porque los alimentos se acabaron en su hogar". Y que en 11,5%, en el mismo período, el adulto entrevistado u otro, "sintió hambre pero no comió".

Hacinamiento.

Otro dato que destaca el estudio es la alta prevalencia de hacinamiento en los hogares donde viven niños de entre 0 y 3 años. "En particular, se encontró una fuerte prevalencia del hacinamiento, con uno de cada cuatro hogares viviendo en estas condiciones. Este valor aumenta al 44,5% al considerar a los hogares bajo la línea de pobreza", señala.
Por otro lado, se demuestra que "un 20% de niños no correside (no conviven) con su padre y casi la mitad de los padres que no corresiden con sus hijos no realiza ningún aporte económico al hogar de los niños".




También se pone en evidencia que "el 42% de las mujeres dice no haber planeado su embarazo, la amplia mayoría de las mujeres recibe atención médica adecuada durante el embarazo, pero la suplementación con hierro está lejos de ser una práctica universal".

Defensa.

La selección del documento que difundido ayer por el Mides obvia presentar algunos datos, como ser que el 16% de los 7.926 niños y niñas que no tienen qué comer no cobran Asignación Familiar (AFAM) —como sí señala el informe completo al que accedió El País—, cuando esta, según dice la web del propio Ministerio, debe entregarse a todas "las embarazadas (prenatal), los niños y adolescentes menores de 18 años, que integran hogares en situación de vulnerabilidad socioeconómica". Para obtenerla, el trámite lo deben hacer los mismos usuarios a través del Mides o el Banco de Previsión Social (BPS).
Tampoco dice que la Tarjeta Uruguay Social llega apenas al 36% de los niños de 0 y 3 años con inseguridad alimentaria severa —como también lo precisa el informe original—, aunque sí destaca otras cosas: como que el presupuesto para este plan en el período pasado fue de 1.156 millones de pesos, "de los cuales 95% corresponde a transferencia monetaria para compra de alimentos y artículos de higiene y el 5% para comprar leche fortificada".
El Mides también precisa que el plan ha servido para sacar familias de la pobreza: "Considerándose la evolución mensual de beneficiarios, se observa una tendencia a la baja en la cantidad de Tarjetas Uruguay Social, focalizándose en los hogares con mayores carencias. Esto significa que disminuyó el número total de beneficiarios (de 80.000 en 2011 a 63.000 en 2014), pero se duplicó la cantidad y el monto de la prestación en los hogares más vulnerables (de 15.000 y 2011 a 30.000 en 2014".
El documento destaca el papel que juega Uruguay Crece Contigo, el plan del Mides para trabajar con familias con alta vulnerabilidad social en las que esté presente la inseguridad alimentaria, y señala que con las familias que han trabajado en un lapso de 10 meses lograron que aquellos niños con hambre pasaran de 18% a 7%. Sin embargo, el resumen ministerial tampoco dice, como señala el original, que UCC llega a solo el 8% de los niños de la capital que padecen hambre.
El informe del Mides añade una serie de datos que no están en el documento original, que tienen que ver con el Programa de Alimentación de Primaria, el cual llega a 98% de las 2.350 escuelas del país, equivalentes a cerca de 250.000 niños. De esta manera, la cartera da a entender que el alimento de los menores está garantizado.

Problemática.

El caso de la semana pasada del liceo de Parque del Plata, donde 50 de 300 niños que van al turno de la mañana tienen problema para alimentarse, según denunciaron los profesores que dijeron llevar a la institución comida y bolsa de leches para estos estudiantes, sacó a la luz un problema que parecía impensable.
La encuesta, que fue presentada a fines del mes de abril con la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, pero cuyo resumen publicado en la página web de la cartera obvió estos datos, sumó un insumo para un debate que ya llegó al Parlamento.
Dos de los líderes de la oposición, Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) y Pedro Bordaberry (Partido Colorado), se lo plantearon al ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, en la interpelación del pasado miércoles, quien reconoció que "sin duda, todavía hay niños con hambre en Uruguay", pese a que destacó que "pasar del 40% a 9% de pobres es una evolución importante".
El jerarca hizo estas declaraciones en el Senado, mientras Arismendi declaraba a Canal 10 que "si fuera verdad" que hay niños con hambre en Uruguay "el Mides estaría en una omisión de asistencia". Al otro día, a través de la red social Twitter, la jerarca reconoció que había niños con hombre en el país, al advertir: "La pobreza que nos queda, los derechos ultrajados que aún quedan son estratégicos para el Programa de Gobierno y su responsabilidad".
El mismo miércoles, tras un evento en la Intendencia de Montevideo en la cual se presentaron datos de la encuesta, el director de Salud Mental de la comuna, Pablo Anzalone, escribía en Twitter: "4% de los niños pasan hambre en Uruguay. Pero nos cuesta decirlo".

Le piden explicación al gobierno.

La senadora del Partido Nacional, Verónica Alonso, convocó que vaya al Parlamento a la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, a que explique por- qué los planes sociales que brinda el gobierno “han fallado”.

Además, dijo que extenderá al gobierno una propuesta para crear 150 nuevos centros maternales en zonas vulnerables, la cual ya fue presentada ante el Senado. En tanto, el diputado Martín Lema cursó un pedido de informes al Ministerio de Salud Pública (MSP) para que, entre otras cosas, indique “cuál es el riesgo sanitario” de los niños con inseguridad alimenticia.

Graves problemas nutricionales = hambre


“¡Ah! Y recomendamos a todos a que ejerciten su comprensión lectora con los datos de la Encuesta de Infancia , que tuve el gusto de presentar”, sentenció Arismendi.

El pasado martes el director de la División Salud de la Intendencia de Montevideo, Pablo Anzalone, se refirió a los datos de la Primera Encuesta Nacional de Salud, Nutrición y Desarrollo Infantil, que realizó la Universidad de la República, el Instituto Nacional de Estadística y el programa oficial Uruguay Crece Contigo.
Anzalone indicó que en Uruguay existe un 4% de los niños con graves problemas nutricionales.
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, dijo el pasado miércoles ante el Parlamento que el Frente Amplio “ha ayudado a mejorar la calidad de vida de la gente”.
“Que falta recorrer camino, sin duda. Que todavía hay niños con hambre, sin duda. Pero hay 9% de pobres y antes había 40%. Hay medio punto porcentual de indigentes y antes había 5%. Esto es 10 veces más. Algo se ha hecho y es bueno reconocerlo”, dijo Astori.

Comprensión lectora

Entretanto, la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, destacó, a través de su cuenta de Twitter, las políticas sociales del Frente Amplio.
“De la herencia de 2004 se redujo la pobreza a un dígito y la exclusión total a 0.4 porque el país creció y repartió con más justicia”, expresó Arismendi.
Señaló: “La pobreza que nos queda, los derechos ultrajados que aún quedan son estratégicos para el programa de gobierno y para su responsabilidad. ‘Los planes sociales que se dan’, como curiosamente titula un matutino, forjaron herramientas para acceder al trabajo”.
“¿A dónde fueron a parar la mayoría de los pobres?”: Al trabajo, a la capacitación, a los realojos. Porque se creció y distribuyó”, asegura la jerarca de gobierno.
Al tiempo agregó: “Todavía hay mujeres, y niños que siguen excluidos. Nuestro compromiso es con ellos”.
“¡Ah! Y recomendamos a todos a que ejerciten su comprensión lectora con los datos de la Encuesta de Infancia , que tuve el gusto de presentar”, sentenció.

Informe del hambre uruguayo (inseguridad alimentaria)


En la dictadura tampoco se nombraba





2 comentarios:

  1. en los gráficos de la torta del "hambre"..., le falto a la ministra justificar porque hay un 2,5% de hambre en los "no-pobres"? (hay un 10,5% en los "pobres") .. la división de pobres y no pobres ("otro eufemismo para no llamar ricos a los que tienen la capacidad de recaudar, percibir o acumular más?) esta planteada sobre los que sobrevivien como máximo con un sueldo mínimo? ... en fin, la ministra habla en 2015 de la herencia de 2004 porque vegeta, hoy el MIDES es otra suerte de eufemismo ya que a 10 años de su creación es visto por gran parte de la ciudadania como el ministerio de la pobreza que desarrolla un montón de ñoquis que DOCUMENTAN MUCHO pero soluciónan poco...

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  2. Si un gobernante intenta hacer algo que el programa de gobierno de su partido dice expresamente que no debe hacerse –digamos hipotéticamente la firma de un TLC con los EEUU- y ese gobernante (pongámosle nombres: Tabaré Vázquez, Danilo Astori) no es llamado a responsabilidad por su acción; y no solo que no es llamado a responsabilidad sino que es premiado con una nueva candidatura, ese gobernante se sentirá libre de presentarse nuevamente como candidato, y volver a hacer exactamente lo mismo o algo peor. Por ejemplo llevar adelante negociaciones como la del TISA.
    Eso es impunidad, y los cómplices son muchos y variados; prácticamente el 99,9% de sus correligionarios se callaron la boca en su momento, y después no hicieron nada para llamarlos a responsabilidad. Antes bien los promovieron en forma activa y entusiasta para que fueran nuevamente presidente y ministro respectivamente.
    Pero además, obviamente, al ver que esas actitudes quedan impunes, otros se vieron tentados de hacer las mismas cosas.
    Así, por ejemplo, Mujica y Astori decidieron actuar abiertamente en contra de sendas resoluciones del Frente Amplio, cuando fueron juntos al Parlamento a decirles a sus legisladores que no votaran la anulación de la ley de impunidad, cuestión que había sido decidida en una larga discusión, y más de una vez, en las instancias orgánicas de esa fuerza política.
    Y como esto también quedó en la más absoluta impunidad, Mujica se vio en la libertad de ir un poco más allá, y meter a nuestro país en las negociaciones del TISA, en contra de lo que decía el programa que lo había llevado a la presidencia. En esa impresentable y detestable acción fue acompañado activamente por el canciller Almagro, que ya había salido impune de sus primeras acciones como canciller. A una semana de asumir en su cargo, fue consultado por un periodista acerca de la eventualidad de un TLC con los EEUU, y se manifestó favorable a hacerlo (a pesar de que en forma por demás reiterada el FA se había pronunciado en contra de tal cosa). Como ninguno de sus correligionarios levantó la voz para llamarlo al orden, ¿por qué razón podría no llevar adelante esa miserable idea de ingresar al TISA?
    Podríamos señalar otras cuestiones también detestables y sancionables, como la de Tabaré Vázquez vetando una ley (la del aborto) presentada y votada por su propia fuerza política. Nadie, absolutamente nadie, insinuó siquiera el intento de llamarle la atención, de apenas darle un tirón de oreja. Nada. Es una actitud totalmente impune, que le permitió luego actuar junto a la derecha más reaccionaria para intentar anular la nueva ley del aborto, cuestión que también quedó absolutamente impune, como era de esperar.
    Son solo ejemplos, pero que muestran que la impunidad genera más impunidad y actitudes cada vez más alejadas de la ética.Y esa impunidad tiene una cadena de responsabilidades de distinto grado, claro está. Cuánto más encumbrado está un dirigente, mayor es su responsabilidad. No es lo mismo el militante de un comité, que se entera del TISA por la prensa, que el ministro que está sentado en un consejo, es informado, pero se calla y no informa a su partido ni a la opinión pública.
    No es lo mismo el militante de un sindicato que se entera por la prensa del asunto del TISA que un dirigente máximo de la central de trabajadores, que necesariamente debía estar informado mucho tiempo atrás y se calló la boca.
    Muchos señalan –y los entiendo- que no es el momento de señalar responsabilidades, y que ahora hay que concentrarse en la lucha contra el TISA. Mi punto de vista no es ese. Creo que la lucha hay que darla siempre, en toda circunstancia, pero sin descuidar jamás el señalamiento de las responsabilidades, porque el no hacerlo es lo que permite la impunidad.
    Está bien que un dirigente diga ahora que está en contra del TISA, pero si lo sabía hace un año atrás, y no dijo nada, es cómplice de la impunidad de los gobernantes. Y si quienes nos damos cuenta de esto no lo señalamos, estaremos también ambientando y alentando más y más impunidad. Luego no tendremos derecho al pataleo.

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